sábado, 8 de diciembre de 2007

GENESIS

Génesis 1
1. HISTORIA DE LOS ORÍGENES (1.1--11.32)
La creación 1 En el principio creó[a] Dios los cielos y la tierra.[b]
2 La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo[c] y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.[d]
3 Dijo Dios[e]: «Sea la luz».[f] Y fue la luz.[g]
4 Vio Dios que la luz era buena,[h] y separó la luz de las tinieblas.
5 Llamó a la luz «Día», y a las tinieblas llamó «Noche». Y fue la tarde y la mañana[i] del primer día.[j]
6 Luego dijo Dios: «Haya un firmamento en medio de las aguas, para que separe las aguas de las aguas».
7 E hizo Dios un firmamento que separó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así.
8 Al firmamento llamó Dios «Cielos». Y fue la tarde y la mañana del segundo día.[k]
9 Dijo también Dios: «Reúnanse las aguas que están debajo de los cielos en un solo lugar, para que se descubra lo seco». Y fue así.[l]
10 A la parte seca llamó Dios «Tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «Mares». Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: «Produzca la tierra[m] hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra». Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana del tercer día.
14 Dijo luego Dios: «Haya lumbreras[n] en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales para las estaciones,[o] los días y los años,
15 y sean por lumbreras en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra». Y fue así.
16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señoreara en el día, y la lumbrera menor para que señoreara en la noche; e hizo también las estrellas.
17 Las puso Dios en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 señorear en el día y en la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana del cuarto día.
20 Dijo Dios: «Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en el firmamento de los cielos».
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos[p] y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y los bendijo Dios, diciendo: «Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquense las aves en la tierra».
23 Y fue la tarde y la mañana del quinto día.
24 Luego dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie».
Y fue así.
25 E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen,[q] conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra».[r]
27 Y creó Dios al hombre[s] a su imagen,[t] a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.[u]
28 Los bendijo[v] Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra».[w]
29 Después dijo Dios: «Mirad, os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, así como todo árbol en que hay fruto y da semilla. De todo esto podréis comer.[x]
30 »Pero a toda bestia de la tierra, a todas las aves de los cielos y a todo lo que tiene vida y se arrastra sobre la tierra, les doy toda planta verde para comer».
Y fue así.
31 Y vio Dios todo cuanto había hecho, y era bueno en gran manera.[y] Y fue la tarde y la mañana del sexto día.

Footnotes:
a.Génesis 1:1 Creó: heb. bará. En el AT, este verbo tiene por sujeto únicamente a Dios y se refiere siempre a una acción divina que produce un resultado nuevo e imprevisible (Is 48.6-7; Jer 31.22). Se emplea para designar la creación del mundo y de la humanidad (Gn 1.27; 5.1; Dt 4.32; Is 45.12), la formación del pueblo de Israel (Is 43.1,15), la restauración de Jerusalén (Is 65.18), la renovación interior del pecador arrepentido y perdonado (Sal 51.10) y la creación, al final de los tiempos, de un cielo nuevo y una tierra nueva (Is 65.17; 66.22).
b.Génesis 1:1 Los antiguos hebreos no poseían un término equivalente al gr. cosmos. El universo en su totalidad era designado con la expresión el cielo y la tierra (cf. Gn 14.22; Sal 124.8; Mt 28.18). En el uso de esta expresión se refleja la costumbre semítica de abarcar una totalidad mencionando dos elementos extremos u opuestos (cf. Gn 2.9).
c.Génesis 1:2 Las tinieblas... sobre la faz del abismo: Otra posible traducción: Todo era un mar profundo cubierto de oscuridad. Según una idea muy difundida entre los pueblos del antiguo Oriente, antes de la creación solo había un caos de tinieblas que lo cubrían todo como aguas amenazantes (cf. Sal 104.6-9). Por lo tanto, una de las primeras acciones del Creador consistió en separar las aguas de arriba y las de abajo, poniendo como línea divisoria la expansión o bóveda celeste (v. 7). De acuerdo con los v. 5-9, de este caos primitivo se formaron los mares, tanto los que están sobre la superficie de la tierra como los que están debajo de ella. Véase Sal 18.15 n.; Cf. también Sal 24.2.
d.Génesis 1:2 La palabra hebrea traducida por espíritu puede significar también viento, soplo o aliento. Además, la expresión de Dios se utiliza a veces en el AT como complemento para expresar el superlativo (cf. Gn 10.9, donde gran cazador es lit. cazador de Dios). Por eso, algunos intérpretes consideran que la parte final de este versículo significa un fuerte viento iba y venía sobre las aguas. Véase Gn 13.10 nota b.
e.Génesis 1:3 Dijo Dios: Esta frase, corroborada por la frase complementaria Y fue así (cf. v. 7,9,11, etc.), pone de relieve el poder creador de la palabra de Dios. La orden divina se cumple en forma inmediata, y el efecto producido coincide con el pensamiento y la voluntad del Creador (cf. Sal 33.6-9; 148.5; Is 48.13; 55.10-11; Heb 11.3).
f.Génesis 1:3 Jn 1.1-4.
g.Génesis 1:3 2 Co 4.6.
h.Génesis 1:4 Este relato de la creación insiste en afirmar que la obra realizada por Dios es buena (v. 4,10,12,18,21,25,31). El adjetivo bueno en el AT tiene varios significados, que comprenden desde lo moralmente correcto hasta lo bello, agradable y útil. En este pasaje se afirma que todo lo que existe es bueno, porque procede de Dios y corresponde a su propósito. Esta idea está en abierto contraste con los mitos paganos que hablan de un mundo creado por dioses caprichosos, o de un universo que existe sin propósito alguno o tiene incluso un carácter maligno.
i.Génesis 1:5 Y fue la tarde y la mañana: lit. y anocheció y amaneció; es decir, se completó un día. Véase. Sal 55.17 n.; 104.19 n.
j.Génesis 1:5 Día: El relato bíblico distribuye las acciones creadoras de Dios en el marco de una semana, con seis días de trabajo y uno de descanso. En esos seis días están repartidas ocho obras: Las cuatro primeras consisten en separar y delimitar las zonas o regiones que configuran el mundo visible; las cuatro restantes están destinadas a poblar esas regiones con seres dotados de movimiento. Véase tabla La Creacíon.
k.Génesis 1:8 La palabra hebrea traducida por firmamento designa algo expandido o estirado, como una lámina de metal batido a golpes de martillo. Esta idea estaría relacionada con una de las visiones que antiguamente se tenía del mundo según la cual el universo era una estructura compuesta de tres niveles: el cielo, la tierra y el mundo subterráneo (cf. Ex 20.4).
l.Génesis 1:9 Cf. Job 38.8-11; Sal 104.6-9; Pr 8.27-30; Jer 5.22. Las aguas... debajo de los cielos: Véanse Gn 1.2 nota c; 1.6-8 n.
m.Génesis 1:11 Produzca la tierra: Dios ha concedido a algunos seres el don de la fecundidad, para que ellos continúen y completen la obra del Creador. Para los antiguos orientales la fecundidad era objeto de culto, porque la consideraban como una fuerza divina que residía en algunos seres (p. e., en la tierra). En el AT, en cambio, la fecundidad es una bendición otorgada por Dios. Véase Gn 1.28 nota u.
n.Génesis 1:14 Los astros, que en las religiones del antiguo Oriente eran adorados como dioses, aquí son presentados como seres creados por Dios y no como fuerzas misteriosas que rigen el destino de las personas o como objetos de culto (cf. Dt 4.19). Cf. también Sal 8.3; Jer 31.35.
o.Génesis 1:14 Señales para las estaciones: lit. los tiempos señalados, es decir, las estaciones del año y las fiestas religiosas correspondientes. Cf. Sal 81.3.
p.Génesis 1:21 Los monstruos marinos son mencionados para indicar que también ellos han sido creados por Dios y están bajo su dominio. Aquí radica una de las principales diferencias entre este relato y el más famoso de los mitos babilónicos de la creación, según el cual la creación del mundo estuvo precedida por el nacimiento de varias generaciones de dioses y por la victoria del dios Marduc sobre el monstruo marino que era la personificación del caos originario. Por el contrario, Génesis habla de un único Dios, que existe desde siempre y que por sí mismo crea el universo con el poder de su palabra. Como todo lo que existe ha sido creado por Dios, ya no queda lugar para adorar a los fenómenos de la naturaleza o a cualquier otro ser animado o inanimado.
q.Génesis 1:26 A nuestra imagen: Este plural, pronunciado por el único Dios, ha sido interpretado de diversas maneras. En realidad, parece sugerir la idea de una especial deliberación del Creador en el momento de crear el género humano. De entre todas las obras de Dios, solo la creación del ser humano es precedida por esta referencia a una solemne decisión divina.
r.Génesis 1:26 Cf. Sal 8.4-8.
s.Génesis 1:27 Hombre: heb. adam, designa aquí a todo el género humano; en otros pasajes, este mismo término tiene el valor de un nombre propio (Adán). Cf. Gn 4.25.
t.Génesis 1:27 A su imagen, a imagen de Dios lo creó. Los seres humanos no son únicamente una creación especial de Dios (véase Gn 2.7 nota h), sino que han sido creados a su imagen, es decir, están dotados de características tales que les permiten entrar en una relación personal con Dios y ejercer, como representantes suyos, el gobierno del mundo (v. 28). Cf. Gn 5.1; 9.6; 1 Co 11.7; Stg 3.9.
u.Génesis 1:27 Varón y hembra: El texto señala expresamente que a la condición humana pertenece, por voluntad de Dios, el ser sexuado. Cf. Gn 2.18; Mt 19.4; Mc 10.6.
v.Génesis 1:28 Gn 5.1-2. La bendición divina, en el AT, aparece vinculada con frecuencia al don de la fecundidad. Cf. Gn 17.16,20; 22.17; 26.12,24; 28.3. Véanse también Gn 49.22-26 n.; Sal 128 nota a.
w.Génesis 1:28 Que se mueven: referencia a todos los seres terrestres. Otra posible traducción: que se arrastran.
x.Génesis 1:29 Según algunos mitos muy difundidos en el antiguo Oriente, los dioses crearon a los humanos para que les proporcionaran alimento y realizaran los trabajos serviles que ellos necesitaban para su bienestar. Aquí, en cambio, Dios es el que proporciona todo lo necesario para el bienestar de los seres humanos, ya que el Creador no padece ninguna necesidad. Cf. Sal 50.9-13.
y.Génesis 1:31 Todo... era bueno en gran manera: Este superlativo se refiere, probablemente, no a una obra de Dios en particular, sino al conjunto de la creación. Véase 1.4 n.

Génesis 2
1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos.
2 El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho.[a]
3 Entonces bendijo Dios el séptimo día[b] y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra[c] cuando fueron creados.
Adán y Eva en el Edén [d]
Cuando Jehová Dios[e] hizo la tierra y los cielos,
5 aún no había ninguna planta del campo sobre la tierra ni había nacido ninguna hierba del campo, porque Jehová Dios todavía no había hecho llover sobre la tierra ni había hombre para que labrara la tierra,
6 sino que subía de la tierra un vapor[f] que regaba toda la faz de la tierra.
7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,[g] sopló en su nariz aliento de vida[h] y fue el hombre un ser viviente.[i]
8 Jehová Dios plantó un huerto en Edén,[j] al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
9 E hizo Jehová Dios nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de vida[k] en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.[l]
10 Salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
11 El primero se llama Pisón; es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro.
12 El oro de aquella tierra es bueno; y hay allí también bedelio y ónice.
13 El segundo río se llama Gihón; es el que rodea toda la tierra de Cus.
14 El tercer río se llama Hidekel; es el que va al oriente de Asiria. El cuarto río es el Éufrates.[m]
15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo cuidara.[n]
16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: «De todo árbol del huerto podrás comer;
17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás,[o] porque el día que de él comas, ciertamente morirás».[p]
18 Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él».
19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viera cómo las había de llamar; y el nombre que Adán dio a los seres vivientes, ese es su nombre.
20 Y puso Adán nombre a toda bestia, a toda ave de los cielos y a todo ganado del campo; pero no se halló ayuda idónea para él.[q]
21 Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.
22 De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23 Dijo entonces Adán: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada "Mujer", porque del hombre fue tomada».[r]
24 Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.[s]
25 Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, pero no se avergonzaban.[t]

Footnotes:
a.Génesis 2:2 Reposó: El verbo hebreo significa lit. cesar o terminar, y de él proviene el nombre shabat, traducido al castellano por sábado o día de reposo (cf. Ex 20.11; 31.17; cf. Heb 4.4,10). Decir que Dios descansó no quiere decir que dejó de actuar, sino que dio por bien lograda su obra. Véase Jn 5.17-18 n.
b.Génesis 2:3 Séptimo día: En la Biblia, el número siete representa lo completo y perfecto. Véase Gn 4.18 n.
c.Génesis 2:4 Se repiten las palabras de Gn 1.1 para indicar que ha concluido la sección relativa a la creación del universo. Estos son los orígenes: en heb. toledot. Esta frase aparece diez veces e introduce las distintas secciones en que se divide el libro de Génesis. La palabra toledot encierra la idea de nacimiento o generación, y en esta versión se ha traducido principalmente por descendientes: Gn 5.1; 6.9; 10.1; 11.10,27; 25.12,19 y 36.1,9, y, una vez, por historia: 37.2.
d.Génesis 2:4 El siguiente relato, a diferencia de Gn 1.1--2.4, se refiere de un modo especial a la creación del hombre y de la mujer. Uno y otra son creados por Dios en momentos distintos, pero esta diferencia hace resaltar más aún la igualdad y la complementariedad de los dos sexos. En efecto, según el relato, Dios concedió primero al hombre la compañía de los animales (v. 19). Sin embargo, esta compañía no logró arrancarlo de su soledad (v. 20). Solo la presencia de la mujer, es decir, de un ser igual a él, le abrió la posibilidad del diálogo y del encuentro personal (v. 23).
e.Génesis 2:4 Jehová: El nombre propio del Dios de Israel. Véanse Gn 4.26 nota z, y Ex 3.14-15 y las notas correspondientes.
f.Génesis 2:6 Es probable que la palabra traducida aquí por vapor signifique, más concretamente, agua que brota de la tierra o manantial.
g.Génesis 2:7 El texto hebreo hace un juego de palabras con los vocablos adam, que significa hombre, y adamá, que significa suelo o tierra cultivable (véase el mismo procedimiento en Gn 3.19). Así se destaca la estrecha vinculación que existe entre la humanidad y la tierra.
h.Génesis 2:7 Formó... vida: La mención de estos actos especiales de Dios pone de relieve lo que distingue al ser humano de los demás seres creados (véase Gn 1.27 nota s). Cf. Is 45.9-11; Jer 18.1-6; Ro 9.21, donde la soberanía de Dios se expresa igualmente con la imagen del alfarero que modela sus vasijas.
i.Génesis 2:7 Fue... ser viviente: citado en 1 Co 15.45.
j.Génesis 2:8 Edén es una palabra hebrea que significa delicia (cf. Is 51.3; Ez 31.8-9). Algunos la relacionan con un término asirio que significa llanura o estepa.
k.Génesis 2:9 El árbol de vida: es decir, cuyos frutos dan la vida. Cf. Gn 3.22; Ap 2.7; 22.2,14.
l.Génesis 2:9 El árbol del conocimiento del bien y del mal: Para comprender esta expresión es conveniente tener en cuenta, en primer lugar, la costumbre hebrea de abarcar una totalidad mencionando únicamente dos términos extremos y opuestos (véase Gn 1.1 nota b). Esta frase se refiere no solo al conocimiento intelectual, sino que también puede incluir las ideas de elección, discernimiento e incluso de dominio. Por tanto, conocer el bien y el mal equivale a decidir por cuenta propia y con absoluta independencia qué es lo bueno y qué es lo malo; es decir, tener plena autonomía en el campo moral. Cf. Gn 3.22.
m.Génesis 2:14 El Tigris y el Éufrates son los dos grandes ríos de la Mesopotamia; los llamados Pisón y Gihón no han podido ser identificados con certeza.
n.Génesis 2:15 El trabajo no se presenta como un castigo, sino como la actividad que permite al ser humano cumplir con su responsabilidad en el mantenimiento y desarrollo del mundo y en la realización de sí mismo (cf. Gn 1.28). Solo a causa del pecado, el trabajo adquirió las características de un esfuerzo penoso (Gn 3.17-19).
o.Génesis 2:17 Del árbol... no comerás: Al imponerle este precepto, Dios reconoce al ser humano como responsable de sus actos. Pero, al mismo tiempo, afirma su soberanía sobre él y lo obliga a guardar sus propios límites, reconociendo su condición humana (Ez 28.2; cf. Is 14.13-14).
p.Génesis 2:17 Cf. Ro 6.23.
q.Génesis 2:20 Para los antiguos semitas, el nombre no era algo meramente exterior, sino una parte constitutiva de la persona o cosa nombradas. Poner o cambiar un nombre era una forma de afirmar la autoridad o el dominio (véanse Ex 3.13 nota m; 2 R 23.34; 2 R 24.17).
r.Génesis 2:23 En hebreo, las palabras traducidas por hombre y mujer tienen un sonido muy parecido. Este parecido, lo mismo que el relato de la formación de la mujer con una costilla sacada del hombre, quiere destacar la unidad de naturaleza, la íntima afinidad entre ambos sexos y, por tanto, la igualdad esencial de derechos.
s.Génesis 2:24 Mt 19.5; Mc 10.7-8; 1 Co 6.16; Ef 5.31. Este v. pone de relieve la dignidad y el significado profundo de la unión matrimonial.
t.Génesis 2:25 La desnudez es aquí la expresión de una vida sencilla, sin sentimiento de culpa y en perfecta armonía consigo mismo y con el prójimo. Después, como consecuencia del pecado, llegó a ser motivo de verg@uenza. Cf. Ez 16.37; Os 2.3.

Génesis 3
Desobediencia de Adán y Eva 1 La serpiente[a] era más astuta[b] que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho, y dijo a la mujer:
--¿Conque Dios os ha dicho: "No comáis de ningún árbol del huerto"?
2 La mujer respondió a la serpiente:
--Del fruto de los árboles del huerto podemos comer,
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis".
4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
--No moriréis.
5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y el mal.
6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella.[c]
7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta de que estaban desnudos.[d] Cosieron, pues, hojas de higuera y se hicieron delantales.
8 Luego oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba por el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
9 Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó:
--¿Dónde estás?[e]
10 Él respondió:
--Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó:
--¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol del cual yo te mandé que no comieras?
12 El hombre le respondió:
--La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer:
--¿Qué es lo que has hecho?
Ella respondió:
--La serpiente me engañó,[f] y comí.
14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: --Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida.
15 Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón.[g]
16 A la mujer dijo: --Multiplicaré en gran maneralos dolores en tus embarazos, con dolor darás a luz los hijos, tu deseo será para tu marido y él se enseñoreará de ti.
17 Y al hombre dijo: --Por cuanto obedeciste a la vozde tu mujer y comiste del árbol de que te mandé diciendo: "No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa;[h] con dolor comerás de ella todos los días de tu vida,[i]
18 espinos y cardos te producirá y comerás plantas del campo.[j]
19 Con el sudor de tu rostrocomerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.
20 A su mujer Adán le puso por nombre Eva,[k] por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes.
21 Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió.[l]
22 Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida,[m] coma y viva para siempre».
23 Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.
24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso querubines[n] al oriente del huerto de Edén, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.[o]

Footnotes:
a.Génesis 3:1 En el Oriente antiguo, la serpiente era un símbolo de la sabiduría y de los poderes mágicos. Además, su astucia era proverbial (cf. Mt 10.16). Estas características la predisponían para hacer de ella la representación de una potencia maléfica y opuesta a los planes de Dios, que se vale de la seducción para incitar a desobedecer el mandato divino. Por eso, más tarde la serpiente fue identificada con el diablo. Cf. Jn 8.44; Ap 12.9; 20.2.
b.Génesis 3:1 Astuta: Esta expresión tiene aquí un sentido negativo. Se trata de una astucia que no excluye el engaño y el fraude.
c.Génesis 3:6 Cf. Ro 5.12.
d.Génesis 3:7 Se dieron cuenta... desnudos: Véase Gn 2.25 n.
e.Génesis 3:9 ¿Dónde estás?: Véase Gn 4.9 n.
f.Génesis 3:13 Cf. 2 Co 11.3; 1 Ti 2.14.
g.Génesis 3:15 Cf. Ro 16.20; Ap 12.17. Los cristianos han visto en esta mención de la descendencia de la mujer una velada referencia al Mesías en su lucha contra Satanás y en su victoria final sobre las fuerzas del mal.
h.Génesis 3:17 El pecado de los seres humanos atrae la maldición sobre la tierra, que es la morada de estos, y de la que reciben el sustento. Véase Gn 12.2-3 n.
i.Génesis 3:17 Con dolor comerás de ella: Véase Gn 2.15 n.
j.Génesis 3:18 Cf. Ro 8.20; Heb 6.8.
k.Génesis 3:20 En hebreo, el nombre Eva y la palabra que significa vida o viviente tienen un sonido semejante.
l.Génesis 3:21 Nótese la compasión manifestada en este gesto. A pesar del pecado, el modo de actuar de Dios incluye también el perdón y la promesa de salvación. Véase un gesto similar en Gn 4.15 nota o.
m.Génesis 3:22 Árbol de la vida: Cf. Ap 22.14.
n.Génesis 3:24 Estos querubines eran considerados en el antiguo Oriente como guardianes de los templos y de los lugares sagrados. Véase Ex 25.18 n.
o.Génesis 3:24 La imposibilidad de llegar al árbol de la vida hace efectivo el castigo anunciado en Gn 2.17. El destino original de la humanidad era la vida, pero al desobedecer el mandamiento divino se apartó de Dios, fuente de toda vida, y junto con el pecado entró la muerte en el mundo (Ro 5.12).

Génesis 4
Caín y Abel 1 [a] Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «Por voluntad de Jehová he adquirido un varón».[b]
2 Después dio a luz a su hermano Abel. Fue Abel pastor de ovejas y Caín, labrador de la tierra.[c]
3 Pasado un tiempo, Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de la grasa de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda, por lo cual Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante.[d]
6 Entonces Jehová dijo a Caín:
--¿Por qué te has enojado y por qué ha decaído tu semblante?
7 Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?;[e] pero si no lo haces, el pecado está a la puerta,[f] acechando. Con todo, tú lo dominarás.[g]
8 Caín dijo a su hermano Abel: «Salgamos al campo».[h] Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató.[i]
9 Entonces Jehová preguntó a Caín:
--¿Dónde está Abel, tu hermano?[j]
Y él respondió:
--No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
10 Jehová le dijo:
--¿Qué has hecho?[k] La voz de la sangre[l] de tu hermano clama a mí desde la tierra.[m]
11 Ahora, pues, maldito seas de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar sus frutos; errante y extranjero serás en ella.
13 Entonces Caín respondió a Jehová:
--Grande es mi culpa para ser soportada.[n]
14 Hoy me echas de la tierra, y habré de esconderme de tu presencia, errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me encuentre, me matará.
15 Le respondió Jehová:
--Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces[o] será castigado.
Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matara cualquiera que lo encontrase.[p]
16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,[q] al oriente de Edén.

Los descendientes de Caín 17 [r] Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad,[s] a la cual dio el nombre de su hijo, Enoc.
18 A Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael; Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.[t]
19 Lamec tomó para sí dos mujeres: el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.
20 Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.
21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.
22 También Zila dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro, y a Naama, hermana de Tubal-caín.[u]
23 Un día, Lamec dijo a sus mujeres: «Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec,escuchad mis palabras: A un hombre maté por haberme herido y a un joven por haberme golpeado.
24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec lo será setenta veces siete».[v]

El tercer hijo de Adán y Eva 25 Conoció de nuevo Adán[w] a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set,[x] pues dijo: «Dios me ha dado otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín».
26 Y a Set también le nació un hijo, al que puso por nombre Enós.[y] Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.[z]

Footnotes:
a.Génesis 4:1 Este relato continúa el ciclo iniciado en el capítulo anterior. La rebelión de los seres humanos contra Dios (Gn 3.6) nunca es un hecho aislado. A ella le siguen inevitablemente la conducta pecaminosa y la violencia de unos contra otros. Véase Jer 9.4 n.
b.Génesis 4:1 El nombre Caín y el verbo hebreo que significa adquirir suenan muy parecidos.
c.Génesis 4:2 Los diferentes modos de vida de los pastores y los agricultores suelen ser causa de numerosos conflictos (cf. Jue 6.3-6). Pero el crimen de Caín no está motivado por el hecho de que Abel era pastor, sino por la aceptación y la no aceptación de las ofrendas presentadas al Señor (cf. v. 5).
d.Génesis 4:5 Este relato bíblico no aclara el porqué de la aceptación de una ofrenda y el rechazo de otra. Según algunos intérpretes, el rechazo se debe a que el suelo estaba todavía bajo la maldición divina (cf. Gn 3.17). De todas maneras, Dios, en su absoluta soberanía, tiene libertad para escoger a quien él quiere (cf. Ex 33.19; Dt 7.7-8; Ro 9.15). En Heb 11.4 se afirma que fue la fe de Abel la que hizo agradable su ofrenda.
e.Génesis 4:7 ¿No serías enaltecido?: otras posibles traducciones: serías aceptado, o: podrías levantar la cara.
f.Génesis 4:7 El pecado aparece aquí como una fiera al acecho y dispuesta a atacar. Cf. 1 P 5.8.
g.Génesis 4:7 Tú lo dominarás: Una vez más, el relato bíblico afirma la capacidad del ser humano para elegir libre y responsablemente entre el bien y el mal (véase Gn 2.17 nota ñ; también Dt 30.15-20). Nótese, además, la correspondencia entre la advertencia que el Señor dirige a Caín y el mandamiento impuesto al primer hombre (Gn 2.16-17). Según el relato anterior, la orden divina fue quebrantada por un acto de desobediencia; según este relato, por una acción criminal. En uno y otro caso, después del pecado hay una pregunta del Señor al hombre (Gn 3.9; 4.9), un castigo por la falta cometida (3.14-19; 4.11-12) y un gesto misericordioso que alivia en parte el castigo (Gn 3.21; 4.15).
h.Génesis 4:8 Salgamos al campo: según versiones antiguas. La frase no se encuentra en el texto hebreo.
i.Génesis 4:8 Cf. Mt 23.35; Lc 11.51; 1 Jn 3.12.
j.Génesis 4:9 ¿Dónde está Abel, tu hermano? Hay un evidente paralelismo entre esta pregunta y la de Gn 3.9. En ambos casos, los interrogados tratan de eludir su propia responsabilidad con una evasiva. Véase Ex 32.22-24 n.
k.Génesis 4:10 Compárese esta pregunta con la de Gn 3.13.
l.Génesis 4:10 La voz de la sangre: lit. las sangres. Véase Sal 9.12 n. Acerca del clamor de la sangre derramada injustamente, cf. Ez 24.7-8.
m.Génesis 4:10 Heb 12.24.
n.Génesis 4:13 Caín no expresa arrepentimiento; comprueba, simplemente, que su crimen lo ha separado de Dios y de los hombres, y se lamenta de encontrarse en una situación de completa inseguridad, sin asilo ni protección.
o.Génesis 4:15 Siete veces: Véase Gn 4.23-24 n.
p.Génesis 4:15 El texto no indica en qué consistía la señal o marca que el Señor puso en Caín. Lo cierto es que esa señal colocaba al culpable bajo la protección de Dios y le preservaba la vida (cf. Ez 9.4-6). Véase Gn 3.21 n.
q.Génesis 4:16 Nod: región no identificada; quizá se trata de un nombre simbólico, que alude a la vida errante de Caín (nad, en hebreo, significa vagabundo; cf. v. 12,14).
r.Génesis 4:17 Estas listas genealógicas desempeñan un papel muy importante en la primera parte de Génesis, porque establecen un nexo entre los orígenes de la humanidad (Gn 1--11) y la historia de los patriarcas (Gn 12--50). Así se pone de manifiesto que la revelación de Dios a Abraham y, después de él, a Israel, forma parte de un plan divino de salvación que abarca a todas las naciones (véase Gn 11.10-26 n.). Cf. Gn 12.4; 26.4; 28.14.
s.Génesis 4:17 Edificó una ciudad: En el marco de esta genealogía se dan varias indicaciones acerca de los orígenes de la civilización. A Caín, el primer homicida (cf. Gn 4.8), se le atribuye la fundación de la primera ciudad, y a su descendencia se hace remontar el origen de las artes y las técnicas (cf. v. 20-22).
t.Génesis 4:18 La primera parte de esta genealogía menciona siete generaciones desde Adán hasta Lamec. Esa cifra tiene, sin duda, un significado simbólico, ya que, tanto en Israel como en el antiguo Oriente, el número siete representaba la perfección y la plenitud. Véanse Gn 4.23-24 n.; Sal 79.12 nota h.
u.Génesis 4:22 Varios mitos del antiguo Oriente afirman que fueron los dioses los que enseñaron a los hombres las artes y las artesanías. Según el AT, por el contrario, estas actividades tienen su origen en la inventiva y el trabajo de los seres humanos. Cf. Gn 1.28; Sal 8.3-8; 115.16, y también Job 28.1-10.
v.Génesis 4:24 El canto de Lamec expresa la arrogancia del hombre que responde a la mínima ofensa con una venganza desproporcionada. El número setenta y siete (once veces siete, la cifra de la plenitud) indica que se lleva la venganza a su último extremo. Véanse Gn 4.18 n.; Ex 21.23-25 n., y cf. Mt 18.21-22.
w.Génesis 4:25 Adán: Véase Gn 2.7 nota g.
x.Génesis 4:25 El nombre Set tiene un sonido semejante al del verbo hebreo que significa ha dado.
y.Génesis 4:26 Enós quiere decir, en hebreo, hombre, varón, aunque en algunos contextos significa lo mismo que Adán. Véase Gn 1.27 nota r.
z.Génesis 4:26 Jehová: Este versículo presupone la gran antig@uedad de este nombre divino, que ya era conocido antes de Moisés. Véanse Ex 3.13 nota m; 3.14 nota n; 6.3 nota b.

Génesis 5
Descendientes de Adán 1 [a]
(1 Cr 1.1-4) Este es el libro de los descendientes de Adán.
El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.[b]
2 Hombre y mujer[c] los creó; y los bendijo,[d] y les puso por nombre Adán el día en que fueron creados.
3 Vivió Adán[e] ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen,[f] y le puso por nombre Set.[g]
4 Fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
5 Así que Adán vivió novecientos treinta años,[h] y murió.
6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.
7 Después que engendró a Enós, Set vivió ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.
8 Así, todos los días de Set fueron novecientos doce años, y murió.
9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.
10 Después que engendró a Cainán, Enós vivió ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.
11 Así, todos los días de Enós fueron novecientos cinco años, y murió.
12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.
13 Después que engendró a Mahalaleel, Cainán vivió ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.
14 Así, todos los días de Cainán fueron novecientos diez años, y murió.
15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.
16 Después que engendró a Jared, Mahalaleel vivió ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
17 Así, todos los días de Mahalaleel fueron ochocientos noventa y cinco años, y murió.
18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.
19 Después que engendró a Enoc, Jared vivió ochocientos años, y engendró hijos e hijas.
20 Así, todos los días de Jared fueron novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Vivió Enoc[i] sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
22 Después que engendró a Matusalén, caminó Enoc con Dios[j] trescientos años, y engendró hijos e hijas.
23 Así, todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años.[k]
24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios.[l]
25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.
26 Después que engendró a Lamec, Matusalén vivió setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.
27 Así, pues, todos los días de Matusalén fueron novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, engendró un hijo
29 y le puso por nombre Noé, pues dijo: «Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos en la tierra que Jehová maldijo».[m]
30 Después que engendró a Noé, Lamec vivió quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.
31 Así, todos los días de Lamec fueron setecientos setenta y siete años, y murió.[n]
32 Noé tenía quinientos años cuando engendró a Sem, a Cam y a Jafet.

Footnotes:
a.Génesis 5:1 La siguiente genealogía, que une a Adán con Noé, incluye diez nombres. Tal cifra, lo mismo que el número siete de Gn 4.1,17-19, podría tener un significado simbólico, ya que el diez es la base del sistema decimal y suele emplearse, en la Biblia, como un número redondo (cf., p.e., Gn 24.10; Dn 7.7,20,24; Zac 8.23; Ap 2.10; 17.3,7,12,16). Por tanto, puede afirmarse que esta genealogía pone de manifiesto la continuidad de la historia humana desde la creación del hombre hasta el diluvio (cf. Gn 6.9--9.17), sin pretender enumerar en forma exhaustiva todas las generaciones desde Adán hasta Noé.
b.Génesis 5:1 A semejanza de Dios lo hizo: Véase Gn 1.27 nota s.
c.Génesis 5:2 Citado en Mt 19.4; Mc 10.6.
d.Génesis 5:2 Los bendijo: Véase Gn 1.28 nota u.
e.Génesis 5:3 La siguiente genealogía sigue, por lo general, un esquema uniforme, que proporciona siempre la misma información: edad del patriarca al nacer su hijo primogénito, años que vivió después de este nacimiento y edad que tenía al morir. En ella se vuelven a poner de relieve dos temas esenciales ya expuestos en Gn 1: la humanidad creada a imagen de Dios y bendecida en el momento de la creación (Gn 1.27-28).
f.Génesis 5:3 A su semejanza... imagen: Otra traducción: Semejante a él en todo. Gn 1.27.
g.Génesis 5:3 Cf. 4.25.
h.Génesis 5:5 Novecientos treinta años: Algunos intérpretes, queriendo resolver las dificultades involucradas en estas cifras tan enormes, piensan que los nombres de estos diez patriarcas representan dinastías y no individuos, o que la palabra año, en este contexto, se refiere a un período más corto que el del año normal. Sin embargo, no existe ninguna razón de peso para fundamentar dichas interpretaciones.
i.Génesis 5:21 Aquí vuelve a aparecer el nombre de Enoc, pero no en el mismo orden que en Gn 4.17-18.
j.Génesis 5:22 Caminó Enoc con Dios: Es decir: Enoc vivió siempre de acuerdo con la voluntad de Dios. Esta audaz metáfora sugiere que Enoc tuvo a Dios como compañero de camino, es decir, que vivió en íntima amistad con el Señor. La misma expresión se encuentra en el v. 24. En Gn 6.9 se emplea para caracterizar a Noé como un hombre justo y enteramente fiel a Dios.
k.Génesis 5:23 La vida de Enoc dura trescientos sesenta y cinco años, cifra que coincide con los días del año solar. Este detalle hace pensar en una práctica muy difundida en el antiguo Oriente, que consistía en atribuir a los números, además de su valor aritmético, determinados valores simbólicos. Tal simbolismo, desconocido para nosotros, podría estar relacionado con los cálculos astronómicos que se hacían en la antig@uedad. Véase Gn 4.18 n.
l.Génesis 5:24 Desapareció, porque lo llevó Dios: En la sección dedicada al patriarca Enoc (v. 21-24), esta frase sustituye a la fórmula habitual y murió. Es decir, que Enoc fue sacado de este mundo por una acción especial de Dios, en virtud de la cual la íntima relación de amistad continuó más allá de la vida terrena. Nótese, además, que el texto bíblico no dice nada acerca del lugar adonde fue llevado Enoc, ni confirma las leyendas que surgieron más tarde en torno a la figura de este patriarca, sobre todo en la tradición y en la literatura apocalípticas. Cf. Heb 11.5.
m.Génesis 5:29 El nombre de Noé tiene una cierta semejanza con el verbo hebreo que significa nos hará descansar.
n.Génesis 5:31 Los setecientos setenta y siete años que duró la vida de Lamec parecen estar relacionados con el siete y el setenta y siete de Gn 4.24.

Génesis 6
La maldad de los seres humanos 1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas,
2 al ver los hijos de Dios[a] que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Entonces dijo Jehová: «No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,[b] porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años».
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los hombres valientes que desde la antig@uedad alcanzaron renombre.
5 Vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal;
6 y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7 Por eso dijo Jehová: «Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho».
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.[c]

Noé construye el arca 9 Estos son los descendientes de Noé:
Noé, hombre justo, era perfecto entre los hombres de su tiempo; caminó Noé con Dios.[d]
10 Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11 La tierra se corrompió delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca[e] y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
15 De esta manera la harás: de trescientos codos será la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba y a su lado pondrás la puerta del arca; y le harás tres pisos.[f]
17 Yo enviaré un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir todo ser en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Pero estableceré mi pacto[g] contigo, y tú entrarás en el arca, con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos.
19 Y de todo lo que vive, de todo ser, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su especie, de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.
21 Toma contigo de todo alimento que se come y almacénalo, para que te sirva de sustento a ti y a ellos».
22 Noé lo hizo así; todo lo hizo conforme a lo que Dios había mandado.[h]

Footnotes:
a.Génesis 6:2 Los hijos de Dios: Algunos intérpretes consideran que se trata de seres divinos o celestiales (ver Job 1.6; 2.1; 38.7; Sal 29.1; 89.7); otros piensan que son hijos de la línea piadosa de Set, o de las familias gobernantes (cf. Sal 82.6). La primera interpretación toma en cuenta una creencia común entre los pueblos de la región, acerca de una raza de gigantes que habrían nacido de la unión antinatural de seres sobrenaturales con mujeres. Aunque el relato bíblico contiene aspectos oscuros, su intención es afirmar una vez más la incontenible expansión del pecado en el mundo y la corrupción creciente del género humano. Véanse 1 P 3.20 nota m; Jud 6 n.
b.Génesis 6:3 No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre. Otra posible traducción: No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, es decir, No voy a dejar que el hombre viva para siempre. El espíritu, en este contexto, es el principio vivificante o aliento vital que Dios infunde en los seres vivientes en el momento de darles la vida. Cf. Gn 2.7; Sal 104.29.
c.Génesis 6:8 Cf. Mt 24.37; Lc 17.26; 1 P 3.20.
d.Génesis 6:9 Cf. 2 P 2.5.
e.Génesis 6:14 El texto bíblico describe una barca cubierta con un techo (cf. Gn 6.16) y preparada para resistir los embates torrenciales del diluvio (cf. Gn 7.18).
f.Génesis 6:16 La forma de la embarcación es difícil de precisar, ya que en la descripción se emplean términos náuticos antiguos, cuyo significado no es del todo claro.
g.Génesis 6:18 Aquí se anticipa el tema del pacto, cuya conclusión tendrá lugar al término del diluvio. Véase Gn 9.12-17 n.
h.Génesis 6:22 Cf. Heb 11.7.

Génesis 7
El diluvio 1 [a] Dijo luego Jehová a Noé: «Entra tú y toda tu familia en el arca, porque solo a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
2 De todo animal limpio tomarás siete parejas, cada macho con su hembra; pero de los animales que no son limpios, una pareja, un macho con su hembra.[b]
3 También de las aves de los cielos siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
4 Y pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y borraré de la faz de la tierra a todo ser viviente que hice».
5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.
6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé en el arca,[c] y con él sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
8 De los animales limpios, de los animales que no eran limpios, de las aves y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
9 de dos en dos, entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como Dios mandó a Noé.
10 Al séptimo día, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
11 Aquel día del año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, fueron rotas todas las fuentes del gran abismo y abiertas las cataratas de los cielos,[d]
12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.[e]
13 Aquel mismo día entraron en el arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus hijos;
14 todos ellos, y todos los animales salvajes según sus especies, todos los animales domésticos según sus especies, todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, toda ave según su especie y toda clase de pájaros y seres alados.
15 Entraron, pues, con Noé en el arca, de dos en dos, de todo ser en que había espíritu de vida.
16 Los que entraron eran macho y hembra de cada especie, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.
17 El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Las aguas crecieron y alzaron el arca, que se elevó sobre la tierra.
18 Las aguas siguieron subiendo y creciendo en gran manera sobre la tierra y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
19 Las aguas subieron mucho sobre la tierra; todos los montes altos que había debajo de todos los cielos quedaron cubiertos.
20 Quince codos más alto subieron las aguas después que quedaron cubiertos los montes.
21 Y murieron todos los seres que se mueven sobre la tierra, así las aves como el ganado y las bestias, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.[f]
23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles y las aves del cielo; fueron borrados de la tierra. Solamente quedó Noé y los que con él estaban en el arca.
24 Y permanecieron las aguas ciento cincuenta días sobre la tierra.

Footnotes:
a.Génesis 7:1 Como sucede con el relato de la creación (véanse Gn 1.4 n. y 1.21 n.), también existen narraciones del diluvio procedentes de la antigua Mesopotamia, como la Epopeya de Gilgamés, que tienen muchas semejanzas con el texto bíblico. Sin embargo, las diferencias son igualmente significativas. Así, p.e., en los relatos babilónicos el diluvio se origina por un capricho de los dioses; aquí, por el contrario, es el juicio de Dios sobre el pecado de los seres humanos (cf. Gn 6.5-7,12-13). Véase la tabla Comparación del relato bíblico del diluvio con un relato extrabíblico.
b.Génesis 7:2 Cf. Lv 11; Dt 14.3-21. Limpio y no limpio son términos característicos del lenguaje sacerdotal y se refieren a la pureza e impureza rituales. Los animales limpios debían ser más numerosos que los no limpios, porque, de lo contrario, los sacrificios ofrecidos por Noé, una vez terminado el diluvio, habrían acabado con algunas de las especies salvadas de la catástrofe. Véase Gn 8.20 nota h.
c.Génesis 7:7 Cf. Mt 24.38-39; Lc 17.27.
d.Génesis 7:11 Acerca de las fuentes del gran abismo y de las cataratas de los cielos, véase Gn 1.6-8 n.
e.Génesis 7:12 El número cuarenta aparece con frecuencia en la Biblia para indicar un período relativamente largo (cf. Gn 50.3; Ex 16.35; 24.18; Nm 13.25). En algunos casos, se refiere a un tiempo de prueba o de grave peligro (cf. Nm 14.34; Dt 8.2-3; Mc 1.13). Véase también Jue 3.11 n.
f.Génesis 7:22 2 P 3.6.

Génesis 8 1 Entonces se acordó[a] Dios de Noé y de todos los animales y todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra y disminuyeron las aguas.
2 Se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos;[b] y la lluvia de los cielos fue detenida.
3 Las aguas decrecían gradualmente sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
4 Reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes Ararat.[c]
5 Las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo, cuando, el primer día del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
6 Sucedió que al cabo de cuarenta días[d] abrió Noé la ventana[e] del arca que había hecho
7 y envió un cuervo, el cual salió y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8 Envió también una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
9 Pero no halló la paloma dónde posarse, y volvió a él, al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces Noé extendió la mano y, tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
10 Esperó aún otros siete días,[f] y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
11 La paloma volvió a él a la hora de la tarde trayendo una hoja de olivo en el pico; y supo Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
12 Esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él.[g]
13 Sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el primer día del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, miró y vio que la faz de la tierra estaba seca.
14 En el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.
15 Entonces dijo Dios a Noé:
16 «Sal del arca con tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos.
17 También sacarás todos los animales que están contigo de toda especie, de aves, de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra; y vayan por la tierra, fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra».
18 Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos.
19 Todos los animales, todo reptil y toda ave; todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salió del arca.
20 Luego edificó Noé un altar a Jehová, y tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia,[h] ofreció holocausto[i] en el altar.
21 Al percibir Jehová olor grato,[j] dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre,[k] porque el corazón del hombre se inclina al mal[l] desde su juventud; ni volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho.[m]
22 »Mientras la tierra permanezca no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche».[n]

Footnotes:
a.Génesis 8:1 En el lenguaje bíblico, decir que Dios se acuerda de alguien o de algo significa que le presta atención particular, y no que lo hubiera olvidado. La expresión sugiere la idea de solicitud y cuidado muy especiales. Cf. Ex 6.5; Sal 74.2.
b.Génesis 8:2 Sobre el concepto de la separación de las aguas, véase Gn 7.11 n.
c.Génesis 8:4 Ararat: región que los antiguos llamaban Urartu y que corresponde aproximadamente a la actual Armenia. Véase Jer 51.27 nota m.
d.Génesis 8:6 Cuarenta días: Véase Gn 7.12 n.
e.Génesis 8:6 Abrió Noé la ventana: Cf. Gn 6.16.
f.Génesis 8:10 Acerca del simbolismo del número siete, véase Gn 4.18 n.
g.Génesis 8:12 En tiempos antiguos, antes de la invención del compás y de otros instrumentos de navegación, los marinos solían enviar aves para determinar la proximidad y la dirección de la costa. En el relato babilónico del diluvio se envían sucesivamente una paloma, una golondrina y un cuervo.
h.Génesis 8:20 De todo animal limpio y... ave limpia: Los animales no limpios (inmundos) no podían ofrecerse como víctimas de los sacrificios. Cf. Lv 11; Dt 14.3-21.
i.Génesis 8:20 El holocausto es un sacrificio en el que la víctima se consume totalmente sobre el altar, sin que ninguna de sus partes sea reservada para otros fines (véase Lv 1.3 nota c). El contexto indica que Noé ofreció su holocausto como sacrificio de acción de gracias.
j.Génesis 8:21 Al percibir Jehová olor grato: Esta expresión indica que el sacrificio fue aceptable al Señor. Cf. Lv 1.9,13,17; 2.1-2.
k.Génesis 8:21 Como en Gn 2.7; 3.19, el texto hebreo hace un juego de palabras entre adam (hombre) y adamá (tierra).
l.Génesis 8:21 El corazón... mal: Cf. Gn 6.5.
m.Génesis 8:21 Is 54.9.
n.Génesis 8:22 Este versículo invita a apreciar de una manera nueva los fenómenos de la naturaleza. El orden y la regularidad de las estaciones y de los ciclos naturales están fundados en una promesa de Dios, que es fiel a su palabra. Como esa promesa depende exclusivamente de Dios y no puede ser alterada por el pecado de los seres humanos, los ciclos de la naturaleza son también una prueba de la "paciencia" de Dios (cf. Ro 3.25-26; Mt 5.45).

Génesis 9
Pacto de Dios con Noé 1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra.[a]
2 Infundiréis temor y miedo a todo animal sobre la tierra, a toda ave de los cielos, a todo lo que se mueva sobre la tierra y a todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados.
3 Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo.
4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis,[b]
5 porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo.[c]
6 »El que derrame la sangrede un hombre,[d] por otro hombresu sangre será derramada, porque a imagen de Dioses hecho el hombre.[e]
7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos, procread abundantemente en la tierra y multiplicaos en ella».[f]
8 También dijo Dios a Noé y a sus hijos:
9 «Yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros;
10 con todo ser viviente que está con vosotros: aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no volveré a exterminar a todos los seres vivos con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra».[g]
12 Asimismo dijo Dios: «Esta es la señal del pacto que yo establezco a perpetuidad con vosotros y con todo ser viviente que está con vosotros:
13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal de mi pacto con la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en las nubes.
15 Y entonces me acordaré[h] de mi pacto con vosotros y todo ser viviente de toda especie; y no habrá más diluvio de aguas para destruir todo ser vivo.
16 Estará el arco en las nubes; lo veré y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con todo lo que tiene vida sobre la tierra».
17 Dijo, pues, Dios a Noé: «Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y todo lo que tiene vida sobre la tierra».[i]

Embriaguez de Noé 18 Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam es el padre de Canaán.[j]
19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra.
20 Después comenzó Noé a labrar la tierra y plantó una viña.
21 Bebió el vino, se embriagó y se desnudó en medio de su tienda.
22 Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y lo dijo a sus dos hermanos que estaban fuera.
23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre. Al tener vueltos sus rostros, no vieron la desnudez de su padre.
24 Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
25 dijo: «¡Maldito sea Canaán! ¡Siervo de siervos será a sus hermanos!»
26 Y añadió: «¡Bendiga Jehová, mi Dios, a Sem y sea Canaán su siervo!
27 ¡Engrandezca Dios a Jafet, que habite en las tiendas de Sem y sea Canaán su siervo!»[k]
28 Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años.
29 Todos los días de Noé fueron novecientos cincuenta años, y murió.

Footnotes:
a.Génesis 9:1 Noé, como padre de la humanidad rescatada del diluvio, recibe una bendición semejante a la de Gn 1.28, aunque no incluye los mandatos "sojuzgad" y "señoread".
b.Génesis 9:4 Los antiguos israelitas pensaban que la sangre era el principio vital de los animales y de los seres humanos. Por lo tanto, la prohibición de comer carne sin desangrar era una forma de afirmar que la vida pertenece exclusivamente a Dios, el dador de toda vida. Cf. Lv 7.26-27; 17.10-14; 19.26; Dt 12.16,23; 15.23. En los comienzos de la iglesia, los cristianos provenientes del judaísmo observaron rigurosamente esta prohibición (Cf. Hch 15.19-20)
c.Génesis 9:5 A cada hombre demandaré... su prójimo, Cf. Gn 4.9-12; 2 S 12.9-10.
d.Génesis 9:6 Cf. Ex 20.13.
e.Génesis 9:6 Gn 1.27.
f.Génesis 9:7 Gn 1.28.
g.Génesis 9:11 Este pacto tiene dimensión y alcances cósmicos, ya que abarca a todos los seres vivientes. Por eso, el recordatorio del pacto (el arco iris, v. 13) ha sido puesto por Dios en el cielo, es decir, en uno de los elementos del cosmos. Estableceré mi pacto... no volveré a exterminar... ni habrá más diluvio: Este es un pacto para siempre, que no cambiará (v. 11-12). Por último, es un compromiso unilateral de Dios, porque el Señor se obliga a sí mismo en virtud de una promesa solemne, sin imponer ninguna obligación a Noé.
h.Génesis 9:15 Me acordaré: Véase Gn 8.1 n.
i.Génesis 9:17 Este pacto tiene una señal visible, así como la circuncisión es el signo o señal del pacto de Dios con Abraham (cf. Gn 17). Esa señal posee el valor de un recordatorio o memorial, ya que hace presente a Dios la promesa de no enviar un nuevo diluvio sobre la tierra.
j.Génesis 9:18 Sem, Cam y Jafet: Cf. Gn 5.32; 6.10; 7.13; 9.18; 10.1. Cam... padre de Canaán: Desde el siglo XVI a.C., el nombre Canaán designa a la población urbana y comerciante de la costa mediterránea. Este pasaje relaciona a Canaán con Cam, que es uno de los nombres de Egipto, porque Egipto dominó la región costera desde el siglo XVI hasta el siglo XII a.C.
k.Génesis 9:27 Aquí se confirma la sumisión de Canaán a Sem, el antepasado de los pueblos semitas (cf. Gn 11.10-32) y, por lo tanto, también del pueblo de Israel.

Génesis 10
Descendientes de los hijos de Noé 1 [a]
(1 Cr 1.5-23) Estos son los descendientes de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.
2 Los hijos de Jafet:[b] Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.[c]
3 Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.[d]
4 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim.[e]
5 De estos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus linajes y naciones.
6 Los hijos de Cam:[f] Cus, Mizraim, Fut y Canaán.[g]
7 Los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.[h]
8 Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.[i]
9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice: «Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová».[j]
10 Y fueron cabeceras de su reino Babel, Erec, Acad y Calne,[k] ciudades en la tierra de Sinar.[l]
11 De esta tierra salió para Asiria,[m] y edificó Nínive, Rehobot, Cala
12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.
13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,[n]
14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.[o]
15 Canaán engendró a Sidón, su primogénito, a Het,[p]
16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,
17 al heveo, al araceo, al sineo,
18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.[q]
19 El territorio de los cananeos iba desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.[r]
20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, sus lenguas, territorios y naciones.
21 También le nacieron hijos[s] a Sem, padre de todos los hijos de Heber,[t] y hermano mayor de Jafet.
22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.[u]
23 Los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.[v]
24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.
25 A Heber le nacieron dos hijos: el primero tuvo por nombre Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y su hermano se llamó Joctán.[w]
26 Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera,
27 Adoram, Uzal, Dicla,
28 Obal, Abimael, Seba,
29 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán.
30 Y la tierra en que habitaron iba desde Mesa, en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente.[x]
31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, sus lenguas, sus territorios y naciones.
32 Estos son los linajes de los hijos de Noé según sus descendencias y naciones. De estos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.

Footnotes:
a.Génesis 10:1 En este capítulo, los principales pueblos conocidos por los antiguos israelitas aparecen distribuidos en tres grandes grupos --los descendientes de Jafet (v. 2-5), de Cam (v. 6-20) y de Sem (v. 21-31)--, cada uno de los cuales reúne naciones emparentadas entre sí por razones históricas o geográficas. De este modo, la multitud de naciones distribuidas sobre la tierra aparece como el cumplimiento de la bendición que Dios concedió a la humanidad surgida después del diluvio (cf. Gn 9.1). Además, el hecho de agrupar a todos los pueblos en un árbol genealógico pone de relieve la unidad del género humano y coloca a Israel, el pueblo elegido, en relación con toda la humanidad.
b.Génesis 10:2 Los hijos de Jafet: Esta expresión designa a los pueblos situados al norte y al nordeste del territorio ocupado por los semitas. La expresión hijo de X, en hebreo, no designa solamente la filiación en sentido estricto, sino también la pertenencia a un grupo o a una categoría.
c.Génesis 10:2 Este versículo menciona a los cimerios (Gomer), de la región del Cáucaso, a los lidios (Magog), del Asia Menor, a los medos (Madai), de la región montañosa al noroeste de Irán, a los griegos de Jonia (Javán), en la costa occidental del Asia Menor, y a pueblos que habitaban en la región del Mar Negro (Tubal y Mesec). Tiras es probablemente el nombre bíblico de los tirsenios o tirrenos, piratas del mar Egeo y antepasados de los etruscos.
d.Génesis 10:3 Askenaz: los escitas, que desde las costas del Mar Negro se expandieron hacia varias regiones del Asia Menor y el Oriente próximo. Rifat: pueblo aún no identificado. Togarma: al oeste de Armenia.
e.Génesis 10:4 Elisa: en la costa oriental de la isla de Chipre (cf. Ez 27.7). Tarsis: Cf. Sal 48.7. Quitim: la isla de Chipre y otras islas y costas del Mediterráneo oriental (cf. Ez 27.6). Dodanim: o Rodanim, nombre que designa a los habitantes de la isla de Rodas, en el mar Egeo.
f.Génesis 10:6 Los hijos de Cam: los pueblos situados al sur de Palestina y del territorio habitado por los hijos de Sem.
g.Génesis 10:6 Cus, Mizraim, Fut: Etiopía, Egipto y el territorio de la costa africana al sur del Mar Rojo. Canaán se menciona en este lugar porque estuvo mucho tiempo bajo el dominio de Egipto. Véase Gn 9.18 n.
h.Génesis 10:7 Seba: Véase Sal 72.10 n. Havila: región de Arabia. Sabta, Raama y Sabteca: al sur de Arabia, en dirección al Yemen. Dedán: al noroeste de Arabia.
i.Génesis 10:8 Esta vez, el nombre de Cus (cf. v. 6) aparece asociado a las grandes ciudades de Mesopotamia y, sobre todo, de Asiria, la tierra de Nimrod (Miq 5.6).
j.Génesis 10:9 De la leyenda de Nimrod lo único que se conoce es el dicho popular recogido en este pasaje.
k.Génesis 10:10 Calne: lugar no identificado. El texto hebreo también podría traducirse y todas ellas en la tierra de Sinar.
l.Génesis 10:10 Sinar: Véase Gn 11.2 n.
m.Génesis 10:11 La capital de Asiria, a partir del 705 a.C., fue Nínive. Cf. Jon 1.2; Nah 1--3.
n.Génesis 10:13 Ludim, Anamim, Lehabim y Naftuhim: Probablemente se trata de habitantes de la región comprendida entre Jerusalén y las colinas de Gézer (cf. Jos 10.33; 12.12), ciudad que el faraón de Egipto entregó como dote cuando una de sus hijas se casó con Salomón (cf. 1 R 9.16). Es posible que en esa región haya habido colonias egipcias.
o.Génesis 10:14 Patrusim: es decir, habitantes de Patros, en el alto Egipto, al sur de Menfis. Cf. Is 11.11; Jer 44.1,15. Acerca de los filisteos, véanse Jos 13.3 nota c; Jer 47.4 nota e.
p.Génesis 10:15 Canaán: Véase Gn 9.18 n. Sidón: Véase Jos 11.8 n. Het: el antepasado de los heteos. Cf. Gn 15.20; 23.3; y véase Jos 1.4 n.
q.Génesis 10:18 Estos versículos ofrecen una lista de los habitantes de Canaán antes del establecimiento de los israelitas en dicho territorio. Véase Gn 15.19-21 n. Algunos de los nombres mencionados aparecen solamente en este lugar.
r.Génesis 10:19 Gerar: Cf. Gn 20.1. Gaza: ciudad filistea, al sudeste de Palestina. Véase Jos 11.22 nota n. Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim: al sudeste y sudoeste del Mar Muerto. Lasa: lugar no identificado.
s.Génesis 10:21 A pesar de ser el primogénito de Noé (cf. Gn 5.32), se menciona a Sem en último lugar para destacar su importancia. De esta familia va a surgir el pueblo elegido por Dios para llevar a cabo su designio de salvación sobre toda la humanidad. Véase Gn 11.10-26 n.; 12.1 nota a.
t.Génesis 10:21 Heber: el antepasado de los hebreos (cf. Gn 11.16).
u.Génesis 10:22 Elam: Véase Gn 14.1 n. Asur: Cf. Gn 10.11-12. Arfaxad: probablemente los hurritas de la alta Mesopotamia, al este del Tigris. Lud: la región de Lidia, en Asia Menor. Aram: el conjunto de tribus arameas que habitaban en Siria y en las riberas del Éufrates.
v.Génesis 10:23 De los nombres que aquí se mencionan solo se ha identificado el de Uz, la patria de Job, en la frontera de Edom y Arabia (cf. Job 1.1).
w.Génesis 10:25 Como Peleg significa, en hebreo, división, aquí hay un juego de palabras con el verbo dividir. Probablemente se establece una división entre los semitas del norte (Peleg) y los del sur (Joctán).
x.Génesis 10:30 Los nombres de los trece hijos de Joctán corresponden a tribus o lugares de Arabia. Ofir (v. 29) era probablemente un puerto comercial, mencionado con frecuencia en el AT. Véase 1 R 9.28 n.

Génesis 11
La torre de Babel 1 [a] Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.
2 Aconteció que cuando salieron de oriente hallaron una llanura en la tierra de Sinar,[b] y se establecieron allí.
3 Un día se dijeron unos a otros: «Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego». Así el ladrillo les sirvió en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.[c]
4 Después dijeron: «Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre[d] cuya cúspide llegue al cielo;[e] y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de toda la tierra».
5 Jehová descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.
6 Y dijo Jehová: «El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.
7 Ahora, pues, descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero».
8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.
9 Por eso se la llamó Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.[f]

Descendientes de Sem
(1 Cr 1.24-27) 10 [g] Estos son los descendientes de Sem: Sem, de edad de cien años engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.
11 Vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.
12 Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
13 Vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
14 Sala vivió treinta años, y engendró a Heber.
15 Vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.
16 Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.
17 Vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.
18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.
19 Vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.
20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug.
21 Vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.
22 Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor.
23 Vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.
24 Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré.
25 Vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
26 Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.

Descendientes de Taré 27 Estos son los descendientes de Taré: Taré engendró a Abram,[h] a Nacor y a Harán, y Harán engendró a Lot.
28 Harán murió antes que su padre Taré en Ur de los caldeos, la tierra donde había nacido.[i]
29 Abram y Nacor tomaron para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.
30 Pero Sarai[j] era estéril y no tenía hijos.
31 Tomó Taré a su hijo Abram, y a Lot hijo de Harán,[k] hijo de su hijo, y a Sarai, su nuera, mujer de su hijo Abram, y salió con ellos de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán. Pero cuando llegaron a Harán se quedaron allí.[l]
32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años, y murió Taré en Harán.

Footnotes:
a.Génesis 11:1 La diversificación de las lenguas y la dispersión de los pueblos se presentan en este relato desde otro punto de vista. Ya no se trata, como en el capítulo anterior, de algo bendecido por Dios, sino de un castigo impuesto al orgullo de los humanos.
b.Génesis 11:2 Sinar es el nombre bíblico de la llanura comprendida entre los ríos Éufrates y Tigris, llamada Mesopotamia. El v. 9 localiza este episodio en Babilonia, la ciudad más renombrada de aquella región. Cf. Gn 10.10; 14.1.
c.Génesis 11:3 El ladrillo y el asfalto o betún eran los materiales de construcción típicos de Mesopotamia.
d.Génesis 11:4 Las ciudades de Mesopotamia tenían un templo con una torre escalonada, en forma de pirámide, llamada zigurat. La parte más alta de estas torres era considerada como el lazo de unión entre el cielo y la tierra. La zigurat de Babilonia, que medía 90 m de lado y más de 90 de alto, tenía siete cuerpos o niveles superpuestos. En este relato, la torre no aparece como un templo o un símbolo religioso; es, más bien, la expresión de la soberbia humana, que se propone construir una civilización para su propia gloria sin tener en cuenta a Dios (Is 14.13-14; cf. Gn 3.6; Ez 28.2).
e.Génesis 11:4 Llegue al cielo: expresión característica de un proyecto desmesurado, que pretende traspasar todos los límites (Is 14.13-14; cf. Gn 3.6; Ez 28.2).
f.Génesis 11:9 Babel: es decir, Babilonia. La tradición babilónica atribuía al nombre de esta ciudad el significado de Puerta de Dios o Puerta de los dioses. El relato bíblico, no sin ironía, lo asocia, en cambio, con el verbo hebreo balal, que significa confundir. Según Hch 2.8-11, con el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés comienza la reunificación de la humanidad dispersada en Babel.
g.Génesis 11:10 Aquí y en los v. 27-32 se van eliminando de las genealogías las ramas laterales, para dirigir la atención hacia los pueblos semitas y, más concretamente, hacia el linaje de Abraham, elegido por Dios para bendecir a todas las familias del mundo (Gn 12.1-3).
h.Génesis 11:27 Abram: Véase Gn 17.5 nota d.
i.Génesis 11:28 Ur: Se trata, muy probablemente, de una de las ciudades más antiguas al sur de Mesopotamia, cerca de la desembocadura del Éufrates en el golfo Pérsico. En la Biblia se la llama Ur de los caldeos (v. 28,31), porque varios siglos después de Abraham, entre los años 600 y 539 a.C., estuvo bajo el dominio de los caldeos, pueblo semita que hablaba un dialecto arameo. La Luna era el principal dios de la ciudad.
j.Génesis 11:30 Sarai: Véase Gn 17.15 n.
k.Génesis 11:31 Harán: ciudad de la alta Mesopotamia donde, lo mismo que en Ur, se rendía culto a la Luna. En esta región se encontraban algunas tribus arameas emparentadas con Abraham. Cf. Gn 24.
l.Génesis 11:31 La familia de Taré emprende una migración que va a cubrir toda la región conocida con el nombre de la Medialuna fértil: desde Ur de los caldeos hasta el Neguev y Egipto (Gn 12.9-10), pasando por Harán, en la alta Mesopotamia. El texto bíblico no dice por qué Taré decidió abandonar la ciudad de Ur ni por qué se detuvo en Harán. La partida de Abraham, por el contrario, está determinada por una orden expresa de Jehová (cf. Gn 12.1-3).

Génesis 12
2. HISTORIA DE LOS PATRIARCAS (12.1--50.26)
Llamamiento de Abram 1 Jehová había dicho a Abram:[a] «Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.[b]
2 Haré de ti una nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición.[c]
3 Bendeciré[d] a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra».[e]
4 Se fue Abram, como Jehová le dijo,[f] y con él marchó Lot. Tenía Abram setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán.
5 Tomó, pues, Abram a Sarai, su mujer, y a Lot, hijo de su hermano, y todos los bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán.
Llegaron a Canaán,
6 y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, donde está la encina de More. El cananeo vivía entonces en la tierra.[g]
7 Y se apareció Jehová a Abram, y le dijo: «A tu descendencia[h] daré esta tierra». Y edificó allí un altar a Jehová, quien se le había aparecido.
8 De allí pasó a un monte al oriente de Bet-el,[i] y plantó su tienda entre Bet-el al occidente y Hai al oriente; edificó en ese lugar un altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.
9 Luego Abram partió de allí, avanzando poco a poco[j] hacia el Neguev.[k]

Abram en Egipto 10 [l] Hubo entonces hambre[m] en la tierra; y descendió Abram a Egipto[n] para vivir allí, porque era mucha el hambre en la tierra.
11 Y aconteció que cuando estaba próximo a entrar en Egipto, dijo a Sarai, su mujer: «Sé que eres mujer de hermoso aspecto;
12 en cuanto te vean los egipcios, dirán: "Es su mujer". Entonces me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida.
13 Di, pues, que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya; así, gracias a ti, salvaré mi vida».[o]
14 Aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa.
15 También la vieron los príncipes del faraón, quienes la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa del faraón.[p]
16 Este trató bien por causa de ella a Abram, que tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.
17 Pero Jehová hirió al faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, mujer de Abram.
18 Entonces el faraón llamó a Abram, y le dijo: «¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?[q]
19 ¿Por qué dijiste: "Es mi hermana", poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, aquí está tu mujer; tómala y vete».
20 Y el faraón ordenó a su gente que escoltara a Abram y a su mujer, con todo lo que tenía.

Footnotes:
a.Génesis 12:1 Jehová había dicho a Abram: Esta irrupción totalmente imprevista de la palabra de Dios hace que la historia del mundo entre en una nueva etapa. De la humanidad sumergida en el pecado (cf. Gn 6.5), Dios va a formar un pueblo nuevo que comienza con Abraham (Gn 17.5).
b.Génesis 12:1 Hch 7.2-3.
c.Génesis 12:2 La promesa hecha a Abram es el hilo conductor de la historia patriarcal narrada en el libro de Génesis. En los caps. siguientes, esta promesa va a confirmarse una y otra vez, con sus dos elementos esenciales: una descendencia numerosa (Gn 13.16; 15.5; 17.6; 22.17-18; 26.4; 28.14) y la posesión de la tierra en la que Abraham, Isaac y Jacob vivieron como extranjeros (Gn 15.18-21; 26.3; 28.15; 50.24). Véase Ex 1.7 nota e.
d.Génesis 12:3 Las palabras claves de esta promesa divina son bendecir, bendición y benditas, que aparecen cinco veces en solo dos v. La bendición prometida a Abram y, a través de él, al pueblo de Israel y a la humanidad entera, está destinada a destruir la maldición que el pecado de los seres humanos hizo recaer sobre la tierra (Gn 3.17; cf. 4.11; 5.29; 8.21; 9.25).
e.Génesis 12:3 Y serán benditas en ti... tierra»: Cf. Hch 3.25; Gl 3.8. También Gn 18.18; 22.18; 26.4; 28.14.
f.Génesis 12:4 Como Jehová le dijo: Por su prontitud en obedecer a la palabra de Dios (cf. v. 4), Abraham llegó a ser el padre y modelo de todos los creyentes (cf. Ro 4.11-12; Heb 11.8-10).
g.Génesis 12:6 Siquem: antigua ciudad de Palestina, situada entre los montes Ebal y Gerizim (véase Dt 11.29-30 n.). Antes que los israelitas la conquistaran, había sido un importante centro político y religioso de los cananeos. La encina de More era un árbol o un pequeño bosque que servía como lugar de culto (cf. Gn 35.4; Dt 11.30; Jos 24.26). Es posible que sea el mismo árbol sagrado que en Jue 9.37 recibe el nombre de encina de los Adivinos.
h.Génesis 12:7 Cf. Hch 7.5; Gl 3.16.
i.Génesis 12:8 Bet-el, nombre que en hebreo significa casa de Dios (Gn 28.19), era otro centro religioso de los cananeos, a unos 15 km al norte de Jerusalén. En tiempos de la monarquía israelita, desempeñó un papel importante, porque allí se encontraba uno de los principales santuarios del reino del Norte (1 R 12.28-30; Am 7.13).
j.Génesis 12:9 Avanzando poco a poco: lit. yendo y quitando estacas (de las tiendas de campaña), es decir, haciendo escalas.
k.Génesis 12:9 El Neguev es la zona desértica que se extiende al sur de Palestina. Véase Abd v. 19-20 nota w.
l.Génesis 12:10 Cf. Gn 20; 26.1-11.
m.Génesis 12:10 En Palestina, las cosechas dependen de las lluvias (cf. Dt 11.10-12). El AT alude frecuentemente al hambre que sufría aquella región a causa de sequías prolongadas (Gn 26.1; 43.1; 47.4; Rt 1.1; 2 R 4.38).
n.Génesis 12:10 En Egipto las cosechas eran regulares y seguras, porque las crecidas del río Nilo inundaban periódicamente los campos de cultivo. Documentos egipcios antiguos atestiguan que cuando había hambre en Canaán, muchos extranjeros iban a Egipto a comprar trigo, y a veces a instalarse allí como refugiados. Cf. Gn 47.3-4.
o.Génesis 12:13 Mi hermana: Véase Gn 26.6-11 n.
p.Génesis 12:15 El faraón: Véase Ex 1.11 nota j.
q.Génesis 12:18 El texto no dice cómo se enteró el faraón de que Sara era la esposa de Abram. Compárese este v. con Gn 20.3; 26.8.

Génesis 13
Separación de Abram y Lot 1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, con su mujer y con todo lo que tenía, y con él iba Lot.
2 Abram era riquísimo en ganado, y en plata y oro.
3 Caminó de jornada en jornada desde el Neguev hasta Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda, entre Bet-el y Hai,
4 al lugar del altar que antes había edificado; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.
5 También Lot, que iba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.
6 Y la tierra no era suficiente para que habitaran juntos, pues sus posesiones eran muchas y no podían habitar en un mismo lugar.
7 Hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot.[a] (El cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.)
8 Entonces Abram dijo a Lot: «No haya ahora altercado entre nosotros dos ni entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.
9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda».
10 Alzó Lot sus ojos y vio toda la llanura del Jordán, toda ella era de riego, como el huerto de Jehová,[b] como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que Jehová destruyera Sodoma y Gomorra.[c]
11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; se fue, pues, Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.
12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.
13 Pero los habitantes de Sodoma eran malos y cometían horribles pecados contra Jehová.
14 Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: «Alza ahora tus ojos y, desde el lugar donde estás, mira al norte y al sur, al oriente y al occidente.
15 Toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre.
16 Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
17 Levántate y recorre la tierra a lo largo y a lo ancho, porque a ti te la daré».[d]
18 Así pues, Abram levantó su tienda, se fue y habitó en el encinar de Mamre, que está en Hebrón,[e] donde edificó un altar a Jehová.

Footnotes:
a.Génesis 13:7 Abram y sus parientes eran pastores seminómadas que se desplazaban de un lugar a otro, generalmente por los bordes de las zonas de cultivo, en busca de pastos para sus rebaños. La distribución de los campos de pastoreo y el uso de los pozos de agua eran motivo de frecuentes altercados entre los pastores. Cf. Gn 26.19-21; Ex 2.16-19.
b.Génesis 13:10 La llanura del Jordán es el valle que se extiende a orillas de ese río antes de su desembocadura en el Mar Muerto. Huerto de Jehová: otra posible traducción: Gran jardín. Esta expresión tiene probablemente un sentido superlativo e indica la grandeza o excelencia del lugar. (Véase Gn 1.2 nota d.) Quizá hay también una alusión al huerto de Edén (Gn 2.8-14). Zoar estaba situada en ese mismo valle, al sur del Mar Muerto.
c.Génesis 13:10 Sodoma: ciudad destruida posteriormente (Gn 19.24). Su nombre se conserva todavía en el de Yébel Usdum ("montaña de Sodoma"), una cadena montañosa situada al sur del Mar Muerto. Gomorra también se encontraba en aquella región.
d.Génesis 13:17 Cf. Hch 7.5; Gl 3.16. Aquí se renueva la promesa que Jehová había hecho a Abraham. Véase Gn 12.2 n.
e.Génesis 13:18 Hebrón: ciudad de los montes de Judá, a 36 km al sur de Jerusalén. Es una de las más antiguas ciudades de Palestina (cf. Nm 13.22), habitada ininterrumpidamente hasta el día de hoy. Los árabes la llaman El Jalil, "el Amigo", en memoria de Abraham, el amigo de Dios (2 Cr 20.7; Is 41.8; Stg 2.23). El encinar, o bosque de encinas, se encontraba a unos 3 km al norte de Hebrón y era probablemente un lugar sagrado. Cf. Gn 14.13; 18.1.

Génesis 14
Liberación de Lot 1 Aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar, Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de Goim,[a]
2 que estos hicieron guerra contra Bera, rey de Sodoma, contra Birsa,[b] rey de Gomorra, contra Sinab, rey de Adma, contra Semeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.[c]
3 Todos estos se juntaron en el valle del Sidim, que es el Mar Salado.[d]
4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.
5 En el año decimocuarto vino Quedorlaomer con los reyes que estaban de su parte y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim[e]
6 y a los horeos en los montes de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.[f]
7 Después regresaron y llegaron a En-mispat,[g] que es Cades, y destruyeron todo el país de los amalecitas y también al amorreo que habitaba en Hazezon-tamar.[h]
8 Entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y pelearon contra ellos en el valle del Sidim;
9 esto es, contra Quedorlaomer, rey de Elam, Tidal, rey de Goim, Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.
10 El valle del Sidim[i] estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, cayeron allí; los demás huyeron al monte.
11 Los vencedores tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.
12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram,[j] que habitaba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.
13 Uno de los que escaparon fue y dio aviso a Abram, el hebreo,[k] que habitaba en el encinar de Mamre,[l] el amorreo,[m] hermano de Escol y hermano de Aner,[n] los cuales eran aliados de Abram.
14 Al oir Abram que su pariente estaba prisionero, armó a trescientos dieciocho criados nacidos en su casa, y los persiguió hasta Dan.[o] [p]
15 Cayó sobre ellos de noche, él con sus siervos, y los atacó, y los fue siguiendo hasta Hoba, al norte de Damasco.
16 Recobró así todos los bienes, y también a su pariente Lot, los bienes de este, las mujeres y demás gente.

Melquisedec bendice a Abram 17 Cuando volvía de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el valle del Rey.[q]
18 Entonces Melquisedec,[r] rey de Salem[s] y sacerdote[t] del Dios altísimo,[u] sacó pan y vino;[v]
19 y lo bendijo, diciendo: «Bendito sea Abram del Dios altísimo, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios altísimo, que entregó a tus enemigosen tus manos».
Y le dio Abram los diezmos de todo.[w]
21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram:
--Dame las personas y toma para ti los bienes.
22 Respondió Abram al rey de Sodoma:
--He jurado a Jehová, Dios altísimo, creador de los cielos y de la tierra,
23 que ni un hilo ni una correa de calzado tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: "Yo enriquecí a Abram";
24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes. Pero los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, sí tomarán su parte.[x]

Footnotes:
a.Génesis 14:1 Sinar: Cf. Gn 10.10, y véase Gn 11.2 n. Elam es el nombre de una región situada al este de Mesopotamia, en lo que hoy es Irán (véase Jer 49.34 n.). Tidal es un nombre heteo, y Goim, en hebreo, significa naciones, por lo que algunos traducen Tidal, rey de naciones. Los nombres restantes no han podido ser identificados con precisión.
b.Génesis 14:2 Los nombres de Bera y Birsa tienen quizá un valor simbólico, ya que en hebreo el primero podría significar en el mal y el segundo en la maldad. En tal caso, habría aquí una alusión a la depravación de Sodoma y Gomorra (cf. Gn 18.20-21). El nombre del rey de Bela o de Zoar no se menciona en el texto.
c.Génesis 14:2 Las ciudades aquí mencionadas se hallaban al sur del Mar Muerto. (Acerca de Sodoma y Gomorra, véase Gn 13.10 nota c.) Adma y Zeboim: Cf. Dt 29.23; Os 11.8.
d.Génesis 14:3 Mar Salado: o Mar Muerto, llamado también Mar de Arabá (véase Dt 1.1 n.).
e.Génesis 14:5 Los refaítas, zuzitas y emitas eran antiguos pobladores de las regiones al este del Jordán. Véanse Dt 2.10-11 n.; Dt 3.11 nota e.
f.Génesis 14:6 Horeos: habitantes de los montes de Seir, al sudeste de Canaán, donde más tarde se instalaron los edomitas (Dt 2.12). Según las indicaciones dadas en el texto, los invasores siguieron el itinerario recorrido por las caravanas de mercaderes: desde Astarot Karnaim y Ham, en el sur de Siria, hasta Parán, en el Golfo de Akaba, pasando por Save-quiriataim, al este del Mar Muerto.
g.Génesis 14:7 En-mispat, que en hebreo significa Fuente del juicio, es otro nombre de Cades-barnea, un oasis al sur de Beerseba, en el desierto del Neguev (véase Gn 12.9 nota k). En la Biblia se lo recuerda como una etapa importante en la marcha de los israelitas desde Egipto hacia la Tierra prometida (cf. Nm 20.1,14,22; Dt 1.2,46). El nombre Cades se asemeja a la palabra hebrea que significa santo, lo que indica que ese manantial era venerado como lugar sagrado.
h.Génesis 14:7 Amalecitas: tribus nómadas de la península del Sinaí (véase Ex 17.8 nota g). Amorreo: véase Gn 15.16 n. Hazezon-tamar: Podría tratarse de En-gadi, un oasis en la parte occidental del Mar Muerto (cf. Jos 15.62), o bien de alguna ciudad al sur de ese mismo mar.
i.Génesis 14:10 El valle de Sidim es la profunda depresión donde se encuentra el Mar Muerto, cuya superficie está a 392 m por debajo del nivel del mar.
j.Génesis 14:12 Lot, hijo del hermano de Abram: Cf. Gn 13.12; 19.1-29.
k.Génesis 14:13 Abram es llamado aquí el hebreo, término de uso limitado en el AT. Una palabra semejante (con las formas de apiru, hapiru o habiru) tuvo una amplia difusión en el antiguo Oriente.
l.Génesis 14:13 El encinar de Mamre: Véase Gn 13.18 n.
m.Génesis 14:13 Mamre, que antes había aparecido como un nombre de lugar, pasa a ser aquí el nombre de una persona. El amorreo: Véase Gn 15.16 n.
n.Génesis 14:13 Escol: en hebreo, racimo de uvas. En Nm 13.23-24, es el nombre de un valle cerca de Hebrón. En 1 Cr 6.70, Aner es una ciudad.
o.Génesis 14:14 Abram aparece en este relato como un guerrero valeroso, capaz de reclutar un pequeño ejército y de entrar en combate con los reyes. Un poco más adelante (v. 22-24), el patriarca se va a manifestar como un vencedor noble y desinteresado.
p.Génesis 14:14 Dan: Véase Jos 19.40 n. Aquí, este término designa, de una manera general, el extremo norte de Palestina. Cf. Jue 20.1.
q.Génesis 14:17 El valle del Rey: Se trata sin duda de un valle cercano a la ciudad de Jerusalén. Cf. 2 S 18.18.
r.Génesis 14:18 El nombre de Melquisedec significaba originariamente Sedec es rey. Sedec era uno de los dioses de Jerusalén, venerado por los jebuseos antes de la conquista de la ciudad por el rey David (cf. 2 S 5.6-9). Pero la palabra sedec significa también justicia, y por eso el nombre de Melquisedec se interpretó más tarde como Rey de justicia (cf. Heb 7.2). En Jos 10.1 se habla de otro rey cananeo de Jerusalén llamado Adonisedec.
s.Génesis 14:18 Salem: es decir, Jerusalén (véase Sal 76.2 n.), la ciudad conquistada por David, que llegó a ser la capital de su reino. Melquisedec es llamado también rey de Salem (Cf. Heb 7.2: Rey de paz).
t.Génesis 14:18 Melquisedec era a la vez rey y sacerdote, como solían serlo los reyes y soberanos en el antiguo Oriente (cf. 2 S 6.13-14,18; 1 R 8.14-15,55).
u.Génesis 14:18 Dios altísimo: en hebreo, El Elyón. Según parece, El Elyón era el dios supremo de los habitantes de la Jerusalén preisraelita. Al identificar a esta divinidad con Jehová, el Dios de Israel, el texto bíblico quiere hacer ver que Abram, el padre del pueblo judío, y Melquisedec, un rey y sacerdote no israelita, veneraban con distintos nombres al mismo Dios creador. Acerca del nombre divino Jehová (cf. v. 22), véanse Gn 4.26 nota z; Ex 3.14 n.; 3.15 n.
v.Génesis 14:18 Pan y vino: El NT ve en Melquisedec una figura de Cristo, el Sumo sacerdote del nuevo pacto (cf. Heb 5.6-10; 6.20; 7). Véase también Sal 110.4 n.
w.Génesis 14:20 Los diezmos de todo: Cf. Heb 7.4-10.
x.Génesis 14:24 Esta declaración pone de relieve la generosidad y la justicia de Abram, que no reclama nada para sí, sino que afirma los derechos de sus aliados. Acerca de Aner, Escol y Mamre, véase Gn 14.13 notas l, m y n.

Génesis 15
La promesa de un hijo 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:
--No temas, Abram, yo soy tu escudo,[a] y tu recompensa será muy grande.
2 Respondió Abram:
--Señor Jehová, ¿qué me darás, si no me has dado hijos y el mayordomo de mi casa es ese Eliezer, el damasceno?
3 Dijo también Abram:
--Como no me has dado prole, mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.[b]
4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo:
--No te heredará este, sino que un hijo tuyo será el que te herede.
5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:
--Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar.
Y añadió:
--Así será tu descendencia.[c]
6 Abram creyó a Jehová y le fue contado por justicia.[d]
7 Jehová le dijo:
--Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra.
8 Abram respondió:
--Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Jehová le dijo:
--Tráeme una becerra de tres años, una cabra de tres años y un carnero de tres años; y una tórtola y un palomino.[e]
10 Tomó Abram todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra; pero no partió las aves.
11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, pero Abram las ahuyentaba.
12 A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor,[f] y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces Jehová le dijo:
--Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena, será esclava allí y será oprimida cuatrocientos años.[g]
14 Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.[h]
15 Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez.
16 Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo.[i]
17 Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.[j]
18 Aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo:
--A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el Éufrates:[k]
19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos,
20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,
21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.[l]

Footnotes:
a.Génesis 15:1 Tu escudo: es decir, tu protector. Véase Sal 3.3 n.
b.Génesis 15:3 Abram se lamenta ante Jehová porque no ha tenido hijos y el heredero de sus bienes, de acuerdo con las costumbres de la época, será Eliezer, el mayordomo. En respuesta, el Señor le confirma sus promesas (v. 5) y establece con él un pacto (v. 18). Véase Gn 12.2 n.
c.Génesis 15:5 Ro 4.18; Heb 11.12.
d.Génesis 15:6 Creyó a Jehová: La fe de Abram es un acto de entrega personal a Dios y de plena confianza en su promesa (Ro 4.3,9,22; Gl 3.6; Stg 2.23). Y le fue contado por justicia: La justicia que Dios le reconoce a Abraham depende enteramente de la fe, y no de las obras de la Ley, pues esta aún no había sido promulgada (cf. Gl 3.17). Por eso, Pablo, hablando de la fe necesaria para alcanzar la salvación, pone a Abraham como modelo y ejemplo (Ro 4; Gl 3.6-20). Véase Sal 106.31 n.
e.Génesis 15:9 Estos animales son los elementos necesarios para la celebración de una antigua ceremonia, que tenía lugar cuando se concertaba una alianza. Los animales sacrificados se partían por la mitad (v. 10), y los contratantes pasaban entre las dos mitades pronunciando un juramento o una fórmula de imprecación. Los animales partidos por la mitad eran, a su vez, el símbolo de la suerte que ellos mismos correrían si faltaban al compromiso contraído. Cf. Jer 34.18-19.
f.Génesis 15:12 Cayó sobre Abram un profundo sopor: Este profundo sopor recuerda el de Adán (Gn 2.21). El texto hebreo emplea en ambos casos la misma palabra. Cf. Job 4.13.
g.Génesis 15:13 Alusión a la esclavitud de los israelitas en Egipto. Cf. Ex 1.1-14; 12.40-41; Hch 7.6.
h.Génesis 15:14 Cf. Hch 7.6-7.
i.Génesis 15:16 Amorreo: término que aquí se emplea para designar a los antiguos pobladores de Canaán, antes de la formación del pueblo de Israel. La maldad del amorreo: Cf. Ex 23.23-24; 34.11-16.
j.Génesis 15:17 El horno y la antorcha representan la presencia de Dios, el cual se compromete, con juramento, a mantener la promesa hecha a Abraham.
k.Génesis 15:18 El río de Egipto: no el Nilo, sino el llamado también arroyo de Egipto (Jos 15.4), hoy el-Arish, al sudoeste de Palestina, cerca de la costa del Mediterráneo. El Éufrates: Véase Gn 2.10-14 n. Estos ríos marcaban los límites teóricos de la Tierra prometida y coinciden en principio con los señalados en Dt 11.24; 1 R 4.21.
l.Génesis 15:21 Esta lista enumera los pueblos de Palestina antes de la llegada de los israelitas; se asemeja a las de Ex 3.8,17; 13.5; 23.23,28; 33.2; 34.11; Dt 7.1; 20.17; Jos 3.10.

Génesis 16
Agar e Ismael 1 Sarai, mujer de Abram, no le daba hijos; pero tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar.
2 Dijo Sarai a Abram:
--Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva, y quizá tendré hijos de ella.
Atendió Abram el ruego de Sarai.[a]
3 Así, al cabo de diez años de habitar Abram en Canaán, su mujer Sarai tomó a Agar, su sierva egipcia, y la dio por mujer a su marido Abram.
4 Él se llegó, pues, a Agar, la cual concibió; pero al ver que había concebido, miraba con desprecio a su señora.[b]
5 Entonces Sarai dijo a Abram:
--¡Mi agravio sea sobre ti! Yo te di a mi sierva por mujer, pero al verse encinta me mira con desprecio. ¡Juzgue Jehová entre tú y yo!
6 Respondió Abram a Sarai:
--Mira, tu sierva está en tus manos. Haz con ella lo que bien te parezca.
Y como Sarai la afligía, Agar huyó de su presencia.
7 La halló el Ángel de Jehová[c] junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.[d]
8 Y le dijo:
--Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
Ella respondió:
--Huyo de delante de Sarai, mi señora.
9 Le dijo el Ángel de Jehová:
--Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano.
10 Le dijo también el Ángel de Jehová: --Multiplicaré tanto tu descendencia, que por ser tanta no podrá ser contada.
11 Y añadió el Ángel de Jehová: --Has concebido y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Ismael[e] porque Jehová ha oído tu aflicción.
12 Será un hombre fiero, su mano se levantará contra todos y la mano de todos contra él; y habitará delante de todossus hermanos.[f]
13 Entonces dio Agar a Jehová, que hablaba con ella, el nombre de: «Tú eres el Dios que me ve», porque dijo: «¿Acaso no he visto aquí al que me ve?»[g]
14 Por lo cual llamó al pozo: «Pozo del Viviente-que-me-ve». Este pozo está entre Cades[h] y Bered.
15 Agar dio a luz un hijo a Abram,[i] y Abram puso por nombre Ismael al hijo que le dio Agar.
16 Abram tenía ochenta y seis años de edad cuando Agar dio a luz a Ismael.

Footnotes:
a.Génesis 16:2 Según las ideas de la época, la esterilidad era la peor desgracia que le podía ocurrir a una mujer (cf. 1 S 1.10-11). Para atenuar en algo su deshonra, la mujer estéril podía entregar a su marido una esclava y reconocer a los hijos de esta como si fueran propios. Cf. Gn 30.1-13.
b.Génesis 16:4 Cf. 1 S 1.6-7.
c.Génesis 16:7 El v. 13 muestra claramente que, en este contexto, el Ángel (o mensajero) de Jehová no es un ser distinto de Dios, sino el mismo Señor que se manifiesta y hace sentir su presencia de manera sensible. Véanse Ex 3.2 n.; 23.20-33 n.; 32.34 n.; y cf. Jue 6.11-24.
d.Génesis 16:7 El camino de Shur: Probablemente se trata de la antigua ruta que llegaba hasta Egipto, la tierra de Agar, atravesando el desierto de ese nombre (cf. Gn 25.18; 1 S 15.7; 27.8).
e.Génesis 16:11 Ismael, en hebreo, significa Dios oye o Que Dios oiga.
f.Génesis 16:12 Este v. describe el estilo de vida propio de los beduinos árabes, descendientes de Ismael, en las regiones desérticas al sur de Palestina. Cf. Gn 25.16-18.
g.Génesis 16:13 Dios que me ve: heb. El Roí. Otra posible traducción: ¿No he visto también al que me ve?
h.Génesis 16:14 Cades: Véase Nm 13.26 n.
i.Génesis 16:15 Cf. Gl 4.22.

Génesis 17
La circuncisión, señal del pacto 1 Abram tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová y le dijo:
--Yo soy el Dios Todopoderoso.[a] Anda delante de mí y sé perfecto.
2 Yo haré un pacto[b] contigo y te multiplicaré en gran manera.
3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
4 --Este es mi pacto contigo: serás padre de muchedumbre de gentes.
5 No te llamarás más Abram, sino que tu nombre[c] será Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.[d]
6 Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes.
7 Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti.
8 Te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua;[e] y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham:
--En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti de generación en generación.
10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado.[f]
11 Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
12 A los ocho días de edad será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu linaje.
13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero, de modo que mi pacto esté en vuestra carne por pacto perpetuo.
14 El incircunciso, aquel a quien no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por haber violado mi pacto.
15 Dijo también Dios a Abraham:
--A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que su nombre será Sara.[g]
16 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: «¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?»
18 Y dijo Abraham a Dios:
--Ojalá viva Ismael delante de ti.
19 Respondió Dios:
--Ciertamente Sara, tu mujer, te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac.[h] Confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.
20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído. Lo bendeciré, lo haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera, engendrará doce príncipes y haré de él una gran nación.
21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo.
22 Acabó Dios de hablar con Abraham, y se alejó de él.
23 Entonces tomó Abraham a su hijo Ismael, a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados por su dinero, a todo varón de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho.
24 Tenía Abraham noventa y nueve años de edad cuando circuncidó la carne de su prepucio.
25 E Ismael, su hijo, tenía trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio.
26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham y su hijo Ismael;
27 todos los varones de su casa, tanto el siervo nacido en casa como el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.

Footnotes:
a.Génesis 17:1 Dios Todopoderoso: traducción del heb. El Shadai, antiguo título de Dios cuyo significado primitivo pudo haber sido Dios de la montaña (cf. Sal 91.1). Este mismo título vuelve a aparecer en Gn 28.3; 35.11; 48.3 y Ex 6.3, siempre en relación con la promesa de una numerosa descendencia.
b.Génesis 17:2 Este relato pone de relieve otros aspectos del pacto o alianza de Dios con Abram. Aquí el pacto contiene, en primer lugar, la promesa de una descendencia (v. 4-6) y de una tierra (v. 8); además, establece una relación perdurable, en virtud de la cual los descendientes de Abraham reconocerán siempre, como su propio Dios, al Dios que instituyó este pacto (v. 7).
c.Génesis 17:5 No te llamarás más Abram: El cambio de nombre representa simbólicamente el comienzo de una nueva era, relacionada con el pasado pero distinta de él (Gn 32.28). Cf. Ro 4.17-18.
d.Génesis 17:5 Abram y Abraham parecen ser dos formas dialectales de un mismo nombre, que significa Padre enaltecido. La interpretación dada en el texto se funda en el hecho de que la forma Abraham tiene un sonido semejante al de las palabras hebreas que significan padre de muchedumbre de gentes.
e.Génesis 17:8 Cf. Hch 7.5.
f.Génesis 17:10 La circuncisión (corte del prepucio) será en adelante la señal del pacto de Dios con Abraham (cf. Hch 7.8; Ro 4.11), como el arco iris había sido la señal del pacto con Noé (Gn 9.12-17).
g.Génesis 17:15 Sarai y Sara son dos formas del mismo nombre, que significa princesa. El cambio de nombre simboliza la nueva situación en la que ella se encuentra a causa de la promesa de Dios (cf. v. 5).
h.Génesis 17:19 El nombre Isaac significa Risa. Aquí el que se ríe es Abraham (v. 17). En el relato paralelo de Gn 18.12, Sara también se ríe al oir el anuncio de algo que parecía imposible. Véase Jn 8.56 n.

Génesis 18
Promesa del nacimiento de Isaac 1 Jehová se le apareció a Abraham en el encinar de Mamre,[a] estando él sentado a la puerta de su tienda, a la hora de más calor.
2 Alzó los ojos y vio a tres varones[b] que estaban junto a él. Al verlos salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra
3 y dijo:
--Señor, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo.
4 Haré traer ahora un poco de agua para que lavéis vuestros pies, y luego os recostaréis debajo de un árbol.
5 Traeré también un bocado de pan para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo.
Ellos dijeron:
--Haz como has dicho.
6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y le dijo:
--Toma enseguida tres medidas de flor de harina, amásala y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7 Corrió luego Abraham a donde estaban las vacas, tomó un becerro tierno y bueno, lo dio al criado y este se dio prisa a prepararlo.
8 Después tomó mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos. Él se quedó con ellos debajo del árbol, y comieron.[c]
9 Después le preguntaron:
--¿Dónde está Sara, tu mujer?
Él respondió:
--Aquí, en la tienda.
10 Entonces dijo:
--De cierto volveré a ti el próximo año,[d] y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.
Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara ya le había cesado el período de las mujeres.
12 Y se rió Sara para sus adentros, pensando: «¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor[e] ya viejo?»
13 Entonces Jehová dijo a Abraham:
--¿Por qué se ha reído Sara diciendo: "Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja"?
14 ¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios? Al tiempo señalado volveré a ti, y para entonces Sara tendrá un hijo.[f]
15 Entonces Sara tuvo miedo y negó, diciendo:
--No me reí.
Y él dijo:
--No es así, sino que te has reído.[g]

Abraham intercede por Sodoma 16 [h] Los varones se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma, y Abraham iba con ellos, acompañándolos.
17 Jehová dijo: «¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?,
19 pues yo sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él».
20 Entonces Jehová le dijo:
--Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra aumenta más y más y su pecado se ha agravado en extremo,[i]
21 descenderé[j] ahora y veré si han consumado su obra según el clamor que ha llegado hasta mí; y si no, lo sabré.
22 Se apartaron de allí los varones y fueron hacia Sodoma; pero Abraham permaneció delante de Jehová.
23 Se acercó Abraham y le dijo:
--¿Destruirás también al justo con el impío?
24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás y no perdonarás a aquel lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
25 Lejos de ti el hacerlo así, que hagas morir al justo con el impío y que el justo sea tratado como el impío. ¡Nunca tal hagas! El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?[k]
26 Entonces respondió Jehová:
--Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
27 Abraham replicó y dijo:
--Te ruego, mi Señor, que me escuches, aunque soy polvo y ceniza.
28 Quizá falten de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad?
Jehová respondió:
--No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco.
29 Volvió a hablarle Abraham:
--Quizá se encuentren allí cuarenta.
--No lo haré, por amor a los cuarenta --dijo Jehová.
30 Abraham volvió a suplicar:
--No se enoje ahora mi Señor si le digo: quizá se encuentren allí treinta.
--No lo haré si encuentro allí treinta --respondió Jehová.
31 Abraham insistió:
--Soy muy atrevido al hablar así a mi Señor, pero quizá se encuentren allí veinte.
--No la destruiré --respondió--, por amor a los veinte.
32 Volvió Abraham a decir:
--No se enoje ahora mi Señor; solo hablaré esta vez: quizá se encuentren allí diez.
--No la destruiré --respondió Jehová--, por amor a los diez.
33 Luego que acabó de hablar a Abraham, Jehová se fue y Abraham volvió a su lugar.

Footnotes:
a.Génesis 18:1 Mamre: cerca de Hebrón, en las montañas de Judá. Véase Gn 13.18 n.
b.Génesis 18:2 Tres varones: A lo largo de todo el relato, un cierto misterio envuelve a estos tres huéspedes de Abraham. A uno de ellos, que es portavoz de los tres, se lo identifica con Jehová (v. 1,13,17), mientras que a los otros dos se los llama ángeles (Gn 19.1,15).
c.Génesis 18:8 Abraham practica la hospitalidad característica de la gente del desierto. Cf. Heb 13.2.
d.Génesis 18:10 Lit. conforme al tiempo de la vida. Este modismo hebreo equivale a el año que viene para esta misma fecha. Sin embargo, algunos comentaristas lo interpretan de manera distinta: al terminar el período del embarazo, en la primavera (cuando renace la vegetación), o en el otoño (cuando las lluvias traen nueva vida). En 2 R 4.16-17, la misma expresión está en un contexto semejante.
e.Génesis 18:12 Cf. 1 P 3.6.
f.Génesis 18:14 Jer 32.17,27; Lc 1.37; Ro 9.9.
g.Génesis 18:15 La risa de Sara se menciona como explicación del nombre Isaac. Véase Gn 17.19 n.; cf. 21.6.
h.Génesis 18:16 Este relato pone de relieve que Dios muestra su justicia y su misericordia en sus acciones. El Señor no quiere hacer morir al inocente junto con el culpable (v. 25), y habría perdonado a la ciudad pecadora si hubiera encontrado en ella unos cuantos justos. Cf. Jer 5.1; Ez 22.30.
i.Génesis 18:20 El pecado de Sodoma y Gomorra se identifica habitualmente con la práctica de la homosexualidad (cf. Jud 7). Sin embargo, los profetas lo asocian con toda clase de desórdenes de carácter social. En Is 1.10-17; 3.9, ese pecado es la injusticia; en Jer 23.14, el adulterio, la mentira y la incitación al mal; en Ez 16.49, el orgullo, la vida fácil y la despreocupación por los pobres. Véase Gn 19.5 n.
j.Génesis 18:21 Gn 11.5; Ex 2.25.
k.Génesis 18:25 Gn 20.4.

Génesis 19
Destrucción de Sodoma y Gomorra 1 Llegaron, pues, los dos ángeles[a] a Sodoma[b] a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó a recibirlos, se inclinó hacia el suelo
2 y les dijo:
--Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo para alojaros y lavar vuestros pies. Por la mañana os levantaréis y seguiréis vuestro camino.
Ellos respondieron:
--No, esta noche nos quedaremos en la calle.
3 Pero Lot porfió tanto con ellos que fueron con él y entraron en su casa. Allí les hizo banquete, coció panes sin levadura y comieron.[c]
4 Pero, antes que se acostaran, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo, desde el más joven hasta el más viejo.
5 Y llamaron a Lot, gritando:
--¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos.[d]
6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta tras sí
7 y dijo:
--Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.
8 Mirad, yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las traeré y podréis hacer con ellas lo que bien os parezca; solamente que a estos varones no les hagáis nada, ya que han venido al amparo de mi tejado.[e]
9 Ellos respondieron:
--¡Quítate de ahí!
Y añadieron:
--Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te trataremos peor que a ellos.
Enseguida comenzaron a forcejear con Lot, y se acercaron para romper la puerta.
10 Pero los huéspedes alargaron la mano, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta.
11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.[f]
12 Después dijeron los huéspedes a Lot:
--¿Tienes aquí alguno más? Saca de este lugar a tus yernos, hijos e hijas, y todo lo que tienes en la ciudad,
13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra la gente de esta ciudad ha subido de punto delante de Jehová. Por tanto, Jehová nos ha enviado a destruirla.
14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo:
--¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehová va a destruir esta ciudad!
Pero sus yernos pensaron que bromeaba.
15 Y al rayar el alba los ángeles daban prisa a Lot, diciendo:
--Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.
16 Como él se demoraba, los varones los asieron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.[g]
17 Cuando ya estaban fuera, le dijeron:
--Escapa por tu vida; no mires atrás ni te detengas en ningún lugar de esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.
18 Pero Lot les dijo:
--No, yo os ruego, señores míos.
19 Vuestro siervo ha hallado gracia en vuestros ojos y habéis tenido mucha misericordia conmigo al salvarme la vida, pero no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal y muera.
20 Cerca de aquí hay una pequeña ciudad, a la cual puedo huir. Dejadme ir allá (¿no es en verdad pequeña?) y salvaré mi vida.
21 Uno de ellos le respondió:
--También he escuchado tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado.
22 Date prisa y escápate allá, porque nada podré hacer hasta que hayas llegado.
Por eso fue llamado Zoar el nombre de la ciudad.[h]
23 El sol salía sobre la tierra cuando Lot llegó a Zoar.
24 Entonces Jehová hizo llover desde los cielos azufre y fuego[i] sobre Sodoma y sobre Gomorra;
25 y destruyó las ciudades y toda aquella llanura, con todos los habitantes de aquellas ciudades y el fruto de la tierra.[j]
26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.[k]
27 Subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová.
28 Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura, y vio que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó de Abraham, y sacó a Lot de en medio de la destrucción con que asoló las ciudades donde Lot estaba.
30 Pero Lot subió de Zoar y habitó en el monte, junto a sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Zoar. Él y sus dos hijas habitaron en una cueva.
31 Entonces la mayor dijo a la menor:
--Nuestro padre es viejo y no queda hombre en la tierra que se una a nosotras, conforme a la costumbre de toda la tierra.
32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre; durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia.[l]
33 Dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor y durmió con su padre; pero él no sintió cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
34 Al día siguiente dijo la mayor a la menor:
--Yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra tú y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia.
35 Dieron, pues, a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella ni cuándo se levantó.
36 Las dos hijas de Lot concibieron de su padre.
37 La mayor dio a luz un hijo, y le puso por nombre Moab, el cual es padre de los actuales moabitas.
38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi,[m] el cual es padre de los actuales amonitas.[n]

Footnotes:
a.Génesis 19:1 Los dos ángeles: Véase Gn 18.2 n.
b.Génesis 19:1 Sodoma: Véanse Gn 10.19 n.; 13.10 nota c.
c.Génesis 19:3 Cf. Gn 18.3-8.
d.Génesis 19:5 Conozcamos: es decir, Tengamos relación sexual con ellos. La pretensión de los habitantes de Sodoma incluye dos delitos: la perversión sexual y la violación de la ley de la hospitalidad. Acerca del primero de estos pecados, cf. Lv 18.22; 20.13; Dt 23.17-18; Ro 1.26-27.
e.Génesis 19:8 De acuerdo con las costumbres del antiguo Oriente, la obligación de proteger la vida de un huésped era aun más importante que el honor de una mujer. Cf. Jue 19.23-24.
f.Génesis 19:11 Cf. 2 R 6.18.
g.Génesis 19:16 2 P 2.7.
h.Génesis 19:22 El nombre Zoar y la palabra hebrea que significa pequeña tienen un sonido semejante.
i.Génesis 19:24 Azufre y fuego: Esta es una expresión que se emplea varias veces en el AT para designar la ejecución del juicio de Dios (Dt 29.23; Sal 11.6; Ez 38.21-22) y, por esto, no pueden sacarse de ella conclusiones acerca del modo como se produjo la catástrofe.
j.Génesis 19:25 Cf. Mt 10.15; 11.23-24; Lc 10.12; 17.29; 2 P 2.6; Jud 7.
k.Génesis 19:26 Cf. Lc 7.32. Cerca de la costa sur del Mar Muerto hay grandes depósitos de sal, que a veces forman figuras grotescas. Es inútil tratar de identificar la figura de la mujer de Lot con algunos de estos bloques, como se ha pretendido algunas veces.
l.Génesis 19:32 Ante la imposibilidad de asegurarse una descendencia por los medios comunes, las hijas de Lot toman medidas extraordinarias para evitar la extinción de su raza (cf. Is 4.1). Este deseo de sobrevivir a cualquier precio, y al margen de toda preocupación moral, es la única nota positiva en la acción que ellas realizan.
m.Génesis 19:38 Ben-ammi significa, en hebreo, hijo de mi pueblo; esta expresión tiene un sonido parecido a bené-Amón, que en hebreo significa hijos de Amón, es decir, amonitas.
n.Génesis 19:38 Los moabitas y amonitas habitaban en la región situada al este del Mar Muerto; se los consideraba descendientes de Lot y, por lo tanto, emparentados con los israelitas (cf. Dt 2.9,19). Sin embargo, sus relaciones con Israel no fueron amistosas (cf., p.e., Nm 22--24; Jue 3.12-14,26-30; 10.6--11.33). Por eso el presente relato, al mismo tiempo que los relaciona con la raza de Abraham, asocia sus orígenes con un acto incestuoso.

Génesis 20
Abraham y Abimelec 1 [a] Del lugar donde estaba partió Abraham a la tierra del Neguev, acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.[b]
2 Allí Abraham decía de Sara, su mujer: «Es mi hermana».
Entonces Abimelec, rey de Gerar, envió por Sara y la tomó.
3 Pero Dios vino a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: «Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada y tiene marido».
4 Pero como Abimelec no se había llegado a ella, le respondió: «Señor, ¿matarás también al inocente?
5 ¿No me dijo él: "Mi hermana es", y ella también dijo: "Es mi hermano"? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto».
6 Le dijo Dios en sueños: «Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto. Y también yo te detuve de pecar contra mí; por eso no permití que la tocaras.[c]
7 Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido, porque es profeta y orará por ti para que vivas.[d] Pero si no la devuelves, debes saber que de cierto morirás tú, y todos los tuyos».
8 A la mañana siguiente se levantó Abimelec y llamó a todos sus siervos. Contó todas estas cosas a oídos de ellos, y los hombres sintieron mucho temor.
9 Después llamó Abimelec a Abraham y le dijo:
--¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? Lo que no debiste hacer, has hecho conmigo.
10 Dijo también Abimelec a Abraham:
--¿Qué pensabas al hacer esto?
11 Abraham respondió:
--Dije para mí: "Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer".
12 Pero ella a la verdad es también mi hermana, hija de mi padre aunque no hija de mi madre, y la tomé por mujer.[e]
13 Cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: "Te pido este favor: En todos los lugares adonde lleguemos, dirás de mí: «Es mi hermano» ".
14 Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas, se los dio a Abraham y le devolvió a Sara, su mujer.
15 Y dijo Abimelec:
--Mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca.
16 Y a Sara dijo:
--He dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él es para ti como un velo ante los ojos de todos los que están contigo, y así quedarás justificada.[f]
17 Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos,
18 porque Jehová, a causa de Sara, mujer de Abraham, había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec.

Footnotes:
a.Génesis 20:1 Nótese el paralelismo de este relato con el de Gn 12.10-20. Cf. Gn 26.6-11.
b.Génesis 20:1 Gerar: región al sudeste de Gaza. Cades: Cf. Gn 14.7; 16.14. Shur: Cf. Gn 16.7.
c.Génesis 20:6 El relato pone de relieve la inocencia de Abimelec, haciendo notar que él no había tocado a Sara.
d.Génesis 20:7 Por su especial relación con Dios, el profeta no solo anuncia la palabra del Señor, sino que también intercede ante Dios en los momentos críticos (1 S 7.8; 12.19; Jer 37.3; 42.1-4; Am 7.2,5). Abraham recibe aquí el título de profeta en este segundo sentido. Cf. Gn 18.22-32.
e.Génesis 20:12 Los matrimonios en este grado de parentesco estaban permitidos en tiempos antiguos (cf. 2 S 13.13), pero luego fueron prohibidos por la Ley (Cf. Lv 18.9,11; 20.17).
f.Génesis 20:16 Y así quedarás justificada: Otra posible traducción: Nadie podrá hablar mal de ti.

Génesis 21
Nacimiento de Isaac 1 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como le había prometido.
2 Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez,[a] en el plazo que Dios le había dicho.
3 Al hijo que le nació, y que dio a luz Sara, Abraham le puso por nombre Isaac.
4 Circuncidó Abraham a su hijo Isaac a los ocho días,[b] como Dios le había mandado.
5 Tenía Abraham cien años cuando nació su hijo Isaac.
6 Entonces dijo Sara: «Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oiga se reirá conmigo».
7 Y añadió: «¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara había de amamantar hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez».

Agar e Ismael expulsados de la casa de Abraham 8 El niño creció y fue destetado,[c] y ofreció Abraham un gran banquete el día que fue destetado Isaac.
9 Pero Sara vio que el hijo de Agar, la egipcia, el cual esta le había dado a luz a Abraham, se burlaba[d] de su hijo Isaac.
10 Por eso dijo a Abraham: «Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac, mi hijo».[e]
11 Estas palabras le parecieron muy graves a Abraham, por tratarse de su hijo.
12 Entonces dijo Dios a Abraham: «No te preocupes por el muchacho ni por tu sierva. Escucha todo cuanto te diga Sara, porque en Isaac te será llamada descendencia.[f]
13 También del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente».
14 Al día siguiente, Abraham se levantó muy de mañana, tomó pan y un odre de agua y se lo dio a Agar. Lo puso sobre su hombro, le entregó el muchacho y la despidió. Ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.[g]
15 Cuando le faltó el agua del odre, puso al muchacho debajo de un arbusto,
16 se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco, porque decía: «No veré cuando el muchacho[h] muera». Cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó la voz y lloró.
17 Oyó Dios la voz del muchacho, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: «¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho ahí donde está.[i]
18 Levántate, toma al muchacho y tenlo de la mano, porque yo haré de él una gran nación».
19 Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua. Fue Agar, llenó de agua el odre y dio de beber al muchacho.
20 Dios asistió al muchacho, el cual creció, habitó en el desierto y fue tirador de arco.[j]
21 Vivió en el desierto de Parán,[k] y su madre tomó para él mujer de la tierra de Egipto.

Pacto entre Abraham y Abimelec 22 [l] Aconteció en aquel mismo tiempo que Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, le dijeron a Abraham:
--Dios está contigo en todo cuanto haces.
23 Ahora, pues, júrame aquí, por Dios, que no nos harás mal a mí ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que, conforme a la bondad que yo tuve contigo, harás tú conmigo y con la tierra en la que ahora habitas.
24 Y respondió Abraham:
--Lo juro.
25 Pero Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado.
26 Abimelec respondió:
--No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber ni yo lo había oído hasta hoy.
27 Entonces tomó Abraham ovejas y vacas y se las dio a Abimelec, e hicieron ambos un pacto.
28 Pero Abraham puso aparte siete corderas del rebaño,
29 por lo que Abimelec le preguntó:
--¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?
30 Abraham respondió:
--Que estas siete corderas recibirás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.
31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba, porque allí juraron ambos.[m]
32 Hicieron, pues, pacto en Beerseba. Luego se levantaron Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.
33 Plantó Abraham un tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, Dios eterno.
34 Y habitó Abraham muchos días en tierra de los filisteos.[n]

Footnotes:
a.Génesis 21:2 Cf. Heb 11.11.
b.Génesis 21:4 Gn 17.12; Hch 7.8.
c.Génesis 21:8 En el antiguo Israel, el niño no solía ser destetado antes de los dos o tres años de edad, y ese acontecimiento era festejado.
d.Génesis 21:9 Se burlaba de: otra posible traducción: jugaba con. Las palabras de su hijo Isaac, no aparecen en el texto hebreo.
e.Génesis 21:10 Gl 4.29-30. Según las costumbres de la época, el nacido de una concubina esclava podía heredar junto con los hijos de la esposa, o bien obtener la libertad. Sara pide esto último para el hijo de Agar.
f.Génesis 21:12 Ro 9.7; Heb 11.18.
g.Génesis 21:14 Beerseba: ciudad situada al sur de Palestina, al borde del desierto del Neguev. Véase Gn 12.9 nota k. La expresión desde Dan hasta Beerseba se utiliza frecuentemente en el AT para designar la totalidad del territorio israelita, de norte a sur. Cf. Jue 20.1; 1 S 3.20; 2 S 3.10; 1 R 4.15.
h.Génesis 21:16 El muchacho: según la versión griega (LXX). Heb. ella.
i.Génesis 21:17 Oyó... ha oído: Nótese el juego de palabras entre el verbo oir y el nombre de Ismael. Véase Gn 16.11 n.
j.Génesis 21:20 Cf. Gn 16.12.
k.Génesis 21:21 Parán: región semidesértica situada al sur de Canaán, en dirección a Egipto, antes de llegar al desierto del Sinaí propiamente dicho. Cf. Nm 10.12; 1 R 11.18.
l.Génesis 21:22 Un relato muy semejante a este se encuentra en Gn 26.26-31; pero allí, el que realiza la alianza con Abimelec es Isaac.
m.Génesis 21:31 Beerseba, en hebreo, puede significar pozo del juramento o pozo de los siete. Cf. Gn 26.31-33.
n.Génesis 21:34 Los filisteos invadieron el sur de Palestina en el siglo XII a.C., es decir, varios siglos después de la llegada de Abraham. Aquí se habla del país de los filisteos, porque así era llamada aquella región cuando fue escrito este relato.